Solo noticias

y ya

domingo 20 de de 2024

Antigua Losa Oceánica Desentierra Secretos del Manto Terrestre

Un estudio reciente ha revelado un descubrimiento fascinante bajo el océano Pacífico: una antigua losa de suelo marino que lleva más de 120 millones de años sumergida en el manto terrestre. Esta sección de corteza oceánica ofrece pistas sobre los complejos procesos que tienen lugar en el interior del planeta, particularmente en la forma en que los bloques de material caliente conocidos como “provincias de baja velocidad de cizalla” interactúan con las losas subductadas.

La losa, situada a una profundidad de entre 410 y 660 kilómetros bajo la superficie, parece haber ralentizado su descenso, un fenómeno que podría ser clave para explicar la división de un megabla de manto. Este descubrimiento fue desarrollado mediante técnicas de imagen sísmica que detectan cómo las ondas de terremotos se propagan a través de estas estructuras profundas.

El equipo de investigadores, encabezado por Jingchuan Wang de la Universidad de Maryland, estudió una anomalía estructural bajo la placa de Nazca. Han propuesto que un fragmento de suelo oceánico antiguo, separado de la superficie terrestre, está empotrado en la brecha de un megabla de manto bajo el océano Pacífico. Sin embargo, esa losa no está actualmente activa en procesos de subducción, lo que añade un misterio interesante en su historia geológica.

Los científicos creen que el fragmento de losa observado podría haber empezado su descenso hace al menos 250 millones de años, en una época en la que los continentes de la Tierra estaban configurados de manera diferente. A medida que el antiguo supercontinente Gondwana se fracturaba, se estima que parte del antiguo fondo oceánico subductó entre la placa antecesora de Nazca y el segmento de Gondwana que luego se convirtió en Sudamérica.

Los análisis sugieren que este antiguo suceso tectónico ha dejado un impacto visible en la estructura del manto actual. Las velocidades sísmicas más rápidas y las temperaturas frías indican la presencia de este sedimento denso que se desplaza con lentitud, dando una visión única sobre cómo los procesos geológicos de millones de años influencian las estructuras de hoy en el interior del planeta.

La composición y el movimiento de estas losas del subsuelo oceánico son áreas de continuo estudio, con implicaciones potenciales sobre fenómenos como el desplazamiento tectónico y el vulcanismo. Tal conocimiento podría arrojar luz sobre el pasado complejo de la Tierra, un conocimiento que, en ausencia de evidencias geológicas superficiales, es vital para nuestra comprensión del sistema planetario.