El aumento progresivo de la temperatura en Estados Unidos está causando un incremento notable en las muertes relacionadas con el calor. Actualmente, se estima que más de 8,000 personas fallecen anualmente debido a temperaturas extremas. Esta estadística podría duplicarse o incluso triplicarse en las próximas décadas, según un estudio publicado el 20 de septiembre en JAMA Network Open. Este incremento está ligado al aumento en la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor a medida que el clima se calienta.
La investigación, liderada por Sameed Khatana y su equipo de la Universidad de Pennsylvania, considera dos escenarios futuros. Uno con un incremento menor de emisiones de gases de efecto invernadero y otro con un incremento mayor. Utilizando datos de días con temperaturas extremas y muertes desde 2008 hasta 2019, los científicos proyectaron el impacto futuro en la mortalidad a mediados del siglo XXI.
Bajo un escenario de menor aumento de emisiones, la mortalidad anual podría duplicarse entre 2036 y 2065. En un escenario de mayores emisiones, esta cifra podría triplicarse. Grupos específicos de la población son más vulnerables, especialmente los adultos mayores, los adultos no hispánicos negros, los adultos hispánicos y aquellos que residen en áreas urbanas. Factores como la menor cobertura arbórea y acceso al aire acondicionado en barrios con mayoría de minorías podrían antropizar a estas comunidades al enfrentar temperaturas elevadas.
El estudio resulta ser una clara advertencia sobre la necesidad de mitigar el cambio climático para evitar un futuro donde las muertes relacionadas con la temperatura se vuelvan más comunes. Las medidas de adaptación y la transición hacia energías más limpias y sostenibles son pasos cruciales para proteger la vida humana en el futuro. Abordar esta crisis climática con seriedad y eficacia es vital para reducir el impacto devastador de las altas temperaturas en la salud humana y la sociedad en general.