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viernes 27 de de 2024

C/2023 A3: El cometa que podría iluminar el 2024

C/2023 A3, también conocido como Tsuchinshan-ATLAS, es un reciente descubrimiento astronómico del Cometa que promete convertirse en un espectáculo visible desde la Tierra. Esta maravilla celeste fue detectada inicialmente en enero de 2023 como un punto débil en las imágenes del cielo tomadas en el Observatorio del Purple Mountain en China. Tras un periodo de presunta pérdida, el cometa reapareció gracias a las imágenes del sistema ATLAS respaldado por la NASA, mostrando una tenue cola que confirmó su naturaleza cometaria.

Con un nombre oficial que honorifica a los observatorios responsables de su descubrimiento, C/2023 A3 exhibe una órbita ligeramente hiperbólica, con una excentricidad de 1.000137. Esta trayectoria sugiere que muy probablemente se originó en la nube de Oort, ubicada mucho más allá de la órbita de Neptuno, actuando como un vestigio prístino de la formación temprana del sistema solar. Dichos objetos de la nube de Oort emprenden largos viajes alrededor del sol, impulsados ocasionalmente en órbitas hiperbólicas debido a las influencias gravitacionales de los planetas gigantes.

El núcleo del cometa, compuesto de roca, polvo y hielos, genera una coma visible conforme se acerca al sol. En primavera del 2024, C/2023 A3 comenzó a mostrar una producción de polvo superior a la de gas, lo cual indicaba que el cometa aún mantenía su integridad estructural pese al calor solar.

Hoy, 27 de septiembre, alcanzará su perihelio, la proximidad máxima al sol, posicionándose a 60 millones de kilómetros, comparable a la distancia de Mercurio al sol. Esto le proporcionará un formidable chorro de calor y luz, lo que podría incrementar radicalmente su brillo, aunque estará bajo en el horizonte matutino.

Progresando en su órbita, este cometa podrá ser observado por las noches a partir del 9 de octubre, y se acercará al máximo a la Tierra el 12 de octubre, a una distancia de solo 71 millones de kilómetros. Las evaluaciones sobre su brillo varían, con algunas predicciones aventurándose a una magnitud de -5.0, superior al brillo de Venus, mientras otras propuestas sugieren una magnitud de entre 2.0 y 3.0, similar al brillo de las estrellas del Gran Carro.

Lo incierto de su comportamiento subraya la imprevisibilidad propia de los cometas, análogo a los gatos, como bien lo expresó el cazador de cometas canadiense David Levy. La observación personal del cometa será crucial. Con mapas disponibles en diversos sitios como Sky & Telescope, es posible maximizar las posibilidades de una visualización exitosa.

Dada la naturaleza efímera del cometa y su única oportunidad en nuestras vidas de vislumbrarlo, los entusiastas de la astronomía deben aprovechar esta ocasión, rogar por cielos despejados y experimentar este fenómeno cósmico de primera mano. Tras esquivar al sol, nunca volverá a nuestra vista. Con suerte, pronto podremos celebrar este encuentro que décadas más tarde se recordará como un espectáculo fugaz e inolvidable.