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miércoles 9 de de 2024

Científicos Reescriben la Biología Proteica con IA y Diseño Computacional

El recientemente anunciado Premio Nobel de Química 2024 ha puesto de nuevo el foco en el papel esencial que juegan las proteínas, fulcro de la vida en la Tierra. David Baker, conocido por su trabajo pionero en el diseño computacional de proteínas, ha logrado crear proteínas diseñadas que abren nuevas posibilidades para aplicaciones como detectar el peligroso opioide fentanyl o incluso bloquear el coronavirus. Por otro lado, Demis Hassabis y John Jumper han revolucionado la predicción de estructuras proteicas con su modelo de inteligencia artificial, AlphaFold, capaz de anticipar configuraciones con una precisión sin precedentes.

Desde la década de los 90, Baker ha jugado un rol crucial en el entendimiento y creación de estructuras proteicas. Su herramienta Rosetta ha permitido crear secuencias de aminoácidos que se pliegan exactamente como se predice, inaugurando un campo donde la imaginación es el único límite. Este avance ha acelerado los procesos de investigación, algo que la neurocientífica Leslie Vosshall confirma aludiendo al salto en eficiencia que ha significado para la comunidad científica.

Mientras tanto, Hassabis y Jumper, desde DeepMind de Google, han llevado la modelización de proteínas a otro nivel con AlphaFold. Inicialmente proyectando con una exactitud del 60% y perfeccionado con AlphaFold2 a un asombroso 90%, este modelo reside en una extensa base de datos que le permite ahora predecir la estructura de 200 millones de proteínas conocidas, impactando radicalmente la bioquímica estructural.

El reconocimiento con el Nobel no es casual, sino la corroboración de cómo la inteligencia artificial actualmente potencia y complementa el esfuerzo investigador. Así lo recalca Mary K. Carroll, presidenta de la Sociedad Química Americana, al subrayar la conexión entre las herramientas computacionales y los logros científicos. En paralelo, la comunidad científica mundial celebra lo que Virginia Dignum denomina ‘un triunfo de la interdisciplinariedad’, destacando cómo las simbiosis de diferentes campos han abierto puertas a descubrimientos impresionantes.