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miércoles 25 de de 2024

Controversia sobre la definición de necesidades médicas no satisfechas

La reciente discusión sobre el establecimiento de criterios para necesidades médicas no satisfechas en la Unión Europea ha generado diversos comentarios dentro de la industria farmacéutica. Johan Luthman, vicepresidente ejecutivo de Lundbeck, sostiene que este tipo de definiciones restrictivas puede entorpecer más que ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos. Algunas enfermedades, particularmente aquellas en el área de la neurociencia, podrían verse desfavorecidas si la atención se concentra únicamente en enfermedades que son fácilmente medibles o que ya tienen amplio respaldo político.

El Comité de Revisión de la Legislación Farmacéutica de la UE busca revisar y posiblemente establecer criterios claros para definir qué constituye una necesidad médica no satisfecha. Sin embargo, Luthman argumenta que cualquier intento de crear un estándar universal solo serviría para priorizar ciertas dolencias sobre otras, dejando en la sombra a enfermedades igualmente severas pero menos visibles políticamente.Durante su mandato, los principales partidos políticos, encabezados por la presidenta de la Comisión Europea, han señalado la salud mental y las enfermedades degenerativas como temas de prioridad. Sin embargo, existe preocupación de que la definición propuesta podría desalentar la innovación en estos sectores, ya que no se centran en indicadores fácilmente cuantificables como lo son ciertas medidas empleadas para cáncer o enfermedades cardiovasculares.

La neurociencia, un campo con enfermedades crónicas y debilitantes, corre el riesgo de ser relegada si no se establecen criterios holísticos que contemplen la diversidad del impacto de las enfermedades en la calidad de vida de los pacientes. A menudo, enfermedades raras y poco comunes, como la atrofia multisistémica, no reciben atención y las personas que viven con estas condiciones encuentran pocas o ningunas opciones terapéuticas. Además, existen pacientes con enfermedades como Parkinson o migrañas que no logran una respuesta completa con los tratamientos actuales, enfrentándose a una disminución en su calidad de vida.

La inversión y desarrollo en este sector es, por tanto, crucial, y cualquier legislación que regule necesidades médicas insatisfechas debe incentivar la investigación tanto en compañías grandes como en pymes y start-ups. Un marco legislativo que priorice las necesidades médicas desde una base científica y no meramente estadística irá en beneficio de todas las partes: pacientes, desarrolladores y la sociedad en su conjunto.

La inclusión de la opinión de los pacientes se vuelve esencial en el proceso de desarrollo de fármacos, ya que proporcionan información sobre necesidades no satisfechas desde experiencias vividas. En Lundbeck, por ejemplo, se adoptan metodologías que integran perspectivas de pacientes y médicos para asegurarse de que las necesidades reales sean entendidas y abordadas. La definición de necesidades médicas no satisfechas debe, por tanto, articularse en colaboración con quienes viven y lidian a diario con estas enfermedades y quienes están en la primera línea del cuidado médico.

Como resultado de estas consideraciones, el sector farmacéutico europeo podría enfrentar consecuencias perjudiciales si las políticas no son adaptadas adecuadamente para fomentar la investigación e innovación en ámbitos menos apoyados políticamente, pero no menos cruciales para los afectados.