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jueves 3 de de 2024

Costas Kadis, bajo el escrutinio por el escándalo ambiental de Pentakomo

Costas Kadis, que busca convertirse en el próximo comisario europeo de océanos y pesca, enfrenta un escrutinio por su rol en un escándalo ambiental en Limassol, Chipre. Durante su mandato como ministro de Medio Ambiente, el gobierno cipriota fue acusado de dumping ilegal de residuos en la región, un proyecto financiado en parte por la Unión Europea con más de 46 millones de euros. Este escándalo, que incluye la falta de venta del combustible derivado de residuos y su enterramiento ilegal, ha complicado la trayectoria de Kadis hacia Bruselas.

La planta de tratamiento de residuos en el pueblo de Pentakomo fue creada para clasificar y reciclar residuos locales, produciendo combustible al tiempo que se cumplía con la legislación de gestión de residuos de la UE. Sin embargo, informes revelaron que cerca del 60% de los desechos no fueron procesados adecuadamente y terminaron ilegalmente en vertederos, con residuos domésticos, médicos y hasta industriales contaminando el suelo, en infracción directa de las leyes europeas.

Los problemas se remontan a una falla en el diseño del proyecto, que no previó la alta humedad de los residuos municipales, alcanzando un 50% cuando el límite debía ser 43% para la creación de combustible reciclado. Medcon & DB Technologies, contratista de la planta, alertaron sobre estos problemas sin recibir respuesta adecuada del gobierno, que desde el principio parecía estar al tanto de esta tremenda inconsistencia.

La auditoría interna ordenada en 2019 por el gobierno de Chipre intentaba otorgar responsabilidad a los contratistas. Sin embargo, cartas obtenidas por investigadores indicaban que las deficiencias de la composición de residuos eran conocidas desde antes del comienzo del proyecto, insinuando una potencial negligencia gubernamental. Este dilema está aunado a una deficiencia administrativa, extendiéndose la problemática desde el inicio de la operación en 2017.

La controversia ha generado protestas de comunidades aledañas a la planta que padecen el hedor persistente en los veranos, visibilizando un fracaso monumental en la gestión del reciclaje en la región. Aunque Kadis ya ha regresado a su disciplina académica, las persistentes críticas señalan su falta de acción para resolver las carencias durante sus años en el ministerio.

A medida que Kadis se prepara para un cuestionamiento intenso en el Parlamento Europeo, el caso de Pentakomo resalta las dificultades inherentes en la gestión pública del Medio Ambiente y los riesgos de incumplimiento internacional. Chipre ha de confrontar no solo las críticas internas, sino las exigencias de la UE para cumplir sus directrices rigurosas en gestión de desechos.

La resolución de este complejo escándalo será crucial para la imagen de Chipre en Europa y para la futura trayectoria política de Costas Kadis. Si tomamos lecciones de este caso, sería imperioso que las naciones prioricen la diligencia en proyectos medioambientales que afecten no solo al presente, sino también al futuro de las generaciones.