La exploración del espacio y las investigaciones científicas han encontrado una nueva forma de confluencia: voto desde la órbita. Los astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, que debían retornar tras una semana en el espacio, ahora permanecerán en la Estación Espacial Internacional (ISS) hasta el próximo febrero. Esta estadía prolongada no es una causa de desvelo para ellos, sino una oportunidad para hacer del espacio su hogar temporal mientras aprovechan, además, para participar en las elecciones presidenciales de 2024 votando desde el mismísimo espacio. Así, el par ha solicitado boletas de votación en ausencia, las cuales llegarán cifradas a sus oficinas del registro electoral local.
En tanto, una intrigante hipótesis sobre la antigua geología terrestre ha sido expuesta en un reciente estudio publicado. Se sugiere que nuestro planeta podría haber albergado un anillo de polvo y escombros, similar al de Saturno, hace 466 millones de años. Esta formación habría resultado de un asteroide que sucumbió a las fuerzas gravitacionales de la Tierra, bloqueando la luz solar y propiciando un periodo de intensa lluvia de meteoritos. Aunque esta teoría aún requiere más evidencia, da pie a imaginar una Tierra con un accesorio cósmico en su horizonte.
«Microplásticos en el cerebro humano» es la alarmante noticia que surge de un estudio reciente que revela la presencia de estas partículas en los bulbos olfativos de ocho de quince cadáveres examinados. Encontrados en un rango de tamaño de 5.5 a 26.4 micrómetros, estos microplásticos pueden estar relacionados con reacciones inflamatorias y potenciales problemas de salud si logran infiltrarse más allá del cerebro nasal. A la luz de estos hallazgos, un grupo internacional de expertos en múltiples disciplinas está alzando la voz para frenar la producción descontrolada de plásticos y su posterior contaminación ambiental.
Además, otra investigación sobre los efectos del embarazo en el cerebro humano resalta cambios notables en el estudio neuronal. Este estudio ha rastreado las variaciones desde antes de la concepción hasta dos años después del parto, notando una disminución en la materia gris cortical durante el segundo trimestre, fenómeno comparado en alcance a los cambios cerebrales durante la pubertad o adultez joven. Si bien es un solo caso de estudio, los resultados abren la puerta a interesantes investigaciones futuras.
En el reino animal, un nuevo hallazgo sobre la capacidad respiratoria de los anolis acuáticos ha capturado la atención. Estos reptiles, que forman burbujas de aire sobre sus narices mientras se sumergen, emplean estas “burbujas escafandra” para prolongar su estadía bajo el agua en un 32%. Considerados como una delicia para sus depredadores, los anolis han encontrado en esta estrategia una opción viable para mantenerse a salvo de la voracidad de la vida silvestre.
Constantemente surgen avances que nos sorprenden, ya sea mirando hacia las estrellas o a través de un microscopio. Cada nuevo fragmento de conocimiento nos recuerda la inmensidad del universo y la complejidad de la vida en nuestro pequeño planeta. Con cada paso hacia adelante, aprendemos un poco más sobre cómo funcionamos y cómo impactamos e interactuamos con nuestro entorno. De estas múltiples novedades científicas se desprende una conclusión ineludible: siempre hay mucho más por descubrir.