Un reciente estudio ha desvelado importantes avances sobre el progreso del Alzheimer, sugiriendo que la enfermedad se desarrolla en dos etapas distintas. La primera fase, limitada en su alcance y precediendo a la aparición de síntomas como la pérdida de memoria, implica un aumento progresivo de la inflamación en el cerebro. Este descubrimiento sugiere potenciales oportunidades para la detección y el tratamiento precoz del Alzheimer.
Los investigadores, dirigidos por equipos de la Universidad de Washington y el Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro, han mapeado la actividad genética de células individuales en una región cerebral clave para funciones de memoria, lenguaje y visión, conocida como giro temporal medio.
Utilizando muestras de cerebros de 84 personas fallecidas con Alzheimer, de una edad media de 88 años, los científicos compararon los datos obtenidos con cerebros de donantes sanos. Esta comparación reveló diferencias críticas y permitió identificar el daño específico a ciertos tipos de células cerebrales en la primera etapa de la enfermedad, particularmente a las neuronas inhibitorias que juegan un rol en la regulación del circuito neuronal. El vínculo de estas neuronas con el Alzheimer presenta una perspectiva novedosa y prometedora.
La fase posterior de la enfermedad conduce a una destrucción neuronal más marcada, caracterizada por la acumulación de placas proteicas y enredos, lo que causa la pérdida de funciones cognitivas. Los hallazgos de este estudio contribuyen a un mapa detallado, llamado Atlas Seattle para el Alzheimer, que describe cómo se afectan las células cerebrales por la enfermedad. Esto promete mejorar nuestra comprensión sobre cómo se establece el Alzheimer y cómo podría ser interrumpido.
Según el director del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los NIH, Richard Hodes, estos resultados ofrecen una alteración fundamental en la comprensión científica de cómo el Alzheimer daña el cerebro y servirán para guiar el desarrollo de nuevos tratamientos para esta devastadora enfermedad. La investigación, publicada en la revista Nature Neuroscience, supone un avance crucial en el conocimiento del Alzheimer y sus mecanismos subyacentes.
En conclusión, mientras la tecnología científica continua avanzando, nuestra comprensión sobre el Alzheimer y sus complejidades se amplía. La identificación de fases ocultas, conexiones con otras enfermedades, y desencadenantes en otras partes del cuerpo sugiere un camino rico en oportunidades para el desarrollo de terapias innovadoras contra esta enfermedad.