El panorama del tratamiento del cáncer en Europa se encuentra en un momento crítico. A pesar de los avances científicos y tratamientos innovadores en los últimos años, las muertes relacionadas con el cáncer en Europa continúan en aumento. En 2022, se registraron 1.3 millones de muertes, cifra que podría ascender a 1.7 millones para el año 2040. La desigualdad es notable en las tasas de supervivencia a cinco años, que varían drásticamente entre los países, desde un 10% en Lituania hasta más del 20% en Letonia.
Este disparate también se percibe dentro de los países, donde aproximadamente el 32% de las muertes por cáncer se atribuyen a desigualdades educativas, además de disparidades étnicas y de género. Los avances en la detección temprana, como demuestra el programa piloto de examen comunitario en Inglaterra, donde la proporción de cánceres de pulmón detectados en etapas iniciales aumentó del 29% al 76%, dictan la necesidad de implementar programas nacionales de detección de cáncer.
El acceso equitativo a diagnóstico y tratamiento sigue siendo un desafío. En 2020, solo el 4% de los pacientes con cáncer de pulmón en el Reino Unido accedieron a tratamientos personalizados, en contraste con el 15% en Portugal. Además, el acceso a medicamentos innovadores se enfrenta a retrasos prolongados, con la mitad de estos no siendo financiados públicamente.
Para abordar estos desafíos, se necesita una intervención política significativa, incluyendo reducciones en los tiempos para la aprobación de fármacos y la promoción de ensayos clínicos inclusivos. El crecimiento proyectado de diagnósticos de cáncer en un 21% para 2040, junto con un incremento insuficiente del 5% en la fuerza laboral de salud, resalta una demanda urgente para el uso eficiente de tecnologías avanzadas y la inteligencia artificial para apoyar a los profesionales del cuidado del cáncer.
A pesar de las reducciones, hay una visión optimista de que, a través de una colaboración consolidada entre gobiernos, sistemas de salud y actores de la industria, el panorama del cuidado del cáncer sea transformado de manera significativa en beneficio de las generaciones futuras.