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viernes 20 de de 2024

El Burbujeo de una Gigante Roja Desvela Secretos Estelares

En un descubrimiento extraordinario, astrónomos han observado por primera vez la ebullición y el burbujeo del gas en la superficie de una estrella distante, R Doradus, una gigante roja situada a unos 180 años luz de la Tierra. Utilizando el telescopio ALMA en Chile, se capturó la evolución de estas burbujas de gas entre julio y agosto de 2023. La intrigante superficie de R Doradus revela unas burbujas de gas gigantes, cada una alcanzando un tamaño equivalente a 75 veces el diámetro del Sol. Estas estructuras emergen hacia la superficie y vuelven a descender en un dinámico proceso de convección, superando expectativas con velocidades que alcanzan los 20 kilómetros por segundo, un ritmo sesenta veces más veloz que el sonido.

Estos fenómenos recuerdan a los burbujeos de una lámpara de lava o a la ebullición de agua, un proceso que denota el transporte de calor y energía dentro de la estrella. Hasta ahora, este tipo de burbujas había sido observado únicamente en el Sol, lo que convierte estas observaciones en una primicia científicamente fascinante. Esta estrella, en sus etapas finales de evolución, se ha expandido hasta alcanzar 350 veces el tamaño del Sol, aunque ambas poseen masas similares.

El estudio del comportamiento de estas burbujas no solo brinda luz sobre el funcionamiento interno de las estrellas, sino también sobre la creación de materiales estelares fundamentales para la formación de planetas y, eventualmente, de vida. Se estima que la mayoría del polvo estelar que compone nuevos cuerpos celestes proviene de estrellas similares. Sin embargo, el mecanismo exacto de este proceso sigue siendo motivo de estudio, con científicos como Wouter Vlemmings del Chalmers University of Technology esperando desentrañar las particularidades de esta característica celestial.

En conclusión, mientras continuamos investigando estas potentes manifestaciones estelares, permanecen vastos misterios en torno a la evolución de las estrellas y la formación de los elementos que nos componen. Este tipo de avances, posibilitados por herramientas como el telescopio ALMA, son cruciales para comprender nuestro lugar y origen en el universo.