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martes 24 de de 2024

El Enigma de Cómo el Cerebro Distingue Música y Habla

La capacidad del cerebro humano para diferenciar entre música y discurso ha fascinado a la comunidad científica durante años. A pesar de que ambos tipos de sonido activan las mismas áreas generales del oído, nuestro sistema cerebral las procesa en regiones diferentes: una específica para la música y otra para el lenguaje. Según un reciente estudio liderado por investigadores de la Universidad de Nueva York, elementos esenciales como la modulación de amplitud, es decir, la velocidad en la que cambia el volumen de un sonido, juega un papel fundamental en esta separación inmediata.

El estudio revela que nuestro cerebro tiene la habilidad de discernir melodías de conversaciones gracias a un principio básico: los ritmos más regulares y con cambios de volumen más lentos son habitualmente identificados como música, mientras que los que presentan modulación más rápida son percibidos como discurso. Para investigar esta teoría, los científicos utilizaron clips de ruido blanco, manipulado para destacar o ralentizar cambios en el volumen, asegurando que no interfieran otros factores sonoros como el tono.

Los resultados, provenientes de cerca de 300 participantes, son reveladores sobre un posible patrón biológico universal. Se observaron consistencias en las modulaciones sonoras en diferentes culturas: el discurso mostrando una tasa de modulación de 4-5 hertzios y la música manteniéndose dentro de 1-2 hertzios. Esto sugiere una huella biológica evolutiva en cómo diferenciamos estos sonidos.

El estudio postula que los patrones de modulación rápida de la voz tienen una base evolutiva: es posible que haya acelerado el intercambio de información vital en nuestros ancestros. Por otro lado, el ritmo más pausado de la música podría haber sido útil para fortalecer la cohesión social a través de actividades sincronizadas como danzas grupales o canciones de trabajo.

Los hallazgos abren nuevos campos para la investigación en neurociencia: ¿nacemos con esta habilidad auditiva, o es un comportamiento aprendido? Entender mejor este proceso cerebral podría tener implicaciones terapéuticas, especialmente en personas con condiciones como la afasia, quienes podrían beneficiarse de métodos alternativos de comunicación basados en ritmos auditivos controlados.

En conclusión, aunque la modulación de amplitud es un factor importante en cómo discernimos sonidos, el misterio detrás de esta distinción auditiva rápida del cerebro solo acaba de comenzar a desvelarse. Es probable que otros factores, estén aún por descubrir, jueguen un papel significativo en este increíble proceso perceptivo.