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miércoles 9 de de 2024

El Regreso de la Pertussis: Una Preocupación Creciente

El regreso del estornudo pertussis resuena en todos los rincones del país. Tras una notoria disminución durante la pandemia del COVID-19, la tos ferina o pertussis está nuevamente acercándose a números que preocupan. Este año solamente, hasta el 28 de septiembre, se han reportado más de 16,000 casos en Estados Unidos. Un salto considerable en comparación con los cuatros veces menos casos del año anterior.

Un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) deja claro que el país está volviendo a las cifras previas a la pandemia, donde el promedio de casos rondaba entre 10,000 y 20,000 anuales. En un esfuerzo por comprender esta creciente tendencia, se observa que tanto New York, Pensilvania, Illinois como California son los estados más afectados con más de 1,000 casos cada uno. La situación no es única de Estados Unidos; Inglaterra ha registrado más de 10,000 casos solo en la primera mitad de 2024, superando las cifras anuales de los últimos diez años.

Pertussis es causado por la bacteria Bordetella pertussis, una especialista en propagarse oportunamente a través del contacto directo o gotículas respiratorias, anidando en las vías respiratorias donde emite sus dañinas toxinas. La clave para controlar la enfermedad reside en el tratamiento temprano con antibióticos, aunque esto es complicado por lo fácilmente confundible de sus primeros síntomas con los de un simple resfriado. En los adultos sanos, puede presentarse simplemente como una tos persistente, mientras que en los infantes y ancianos puede evolucionar a formas más severas.

Las vacunas han sido el escudo que permitió la caída del 90% en los casos desde la era pre-vacuna. Sin embargo, la vacuna de célula completa fue reemplazada en los años 90 por una versión acelular más segura, aunque posiblemente menos robusta y duradera en cuanto a inmunidad. Esto podría estar creando ventanas de vulnerabilidad, ya que la inmunidad puede durar alrededor de seis años, mientras que los refuerzos de tétano, que incluyen el componente de pertussis, se recomiendan cada 10 años. Aunque la cobertura de vacunación es alta en niños y adolescentes, no sucede lo mismo con los adultos; solo aproximadamente el 40% han recibido una dosis de Tdap en la última década, y un bajo porcentaje de mujeres embarazadas son vacunadas durante la gestación.

Los expertos advierten que el acceso interrumpido al sistema sanitario durante los primeros días del COVID y un aumento en la reticencia frente a vacunas han impactado negativamente las tasas de vacunación en los adultos, representando un riesgo de transmisión a los más vulnerables. “Tenemos las herramientas”, señalan los especialistas, apoyando firmemente la vacunación tanto en adultos como en mujeres embarazadas para proteger a los más jóvenes durante sus primeros meses sin defensa contra la tos ferina.

El desafío, concluyen, es recuperar la determinación del pasado cuando se lograron cambiar estos patrones de infección, reforzando no solo la protección personal sino también la comunitaria frente a esta renuente enfermedad.