Nigeria avanza hacia su visión energética para 2050 evaluando el impacto de las tecnologías de almacenamiento de electricidad a gran escala en la integración de energías renovables y la reducción de emisiones de CO2. El estudio, desarrollado por un grupo de investigadores de diversas universidades, utilizó un enfoque respaldado por inteligencia artificial para analizar dos escenarios energéticos: uno con y otro sin tecnologías de almacenamiento.
El uso de almacenamiento eléctrico se mostró como una pieza esencial en la integración de fuentes de energía renovable, aumentando su participación en el mix energético en un 37%. Este incremento tiene un notable impacto ambiental, pues propicia una reducción del 19.14% en las emisiones de CO2. Las tecnologías como los sistemas de almacenamiento de energía de baterías (BESS), almacenamiento de bombeo hidroeléctrico (PHS) y el almacenamiento vehículo a la red (V2G) aparecen como actores clave para gestionar el excedente de electricidad crítica, un reto persistente con la creciente participación de las energías renovables.
Pese a un aumento del 3.67% en el costo anual total al incorporar almacenamiento, los beneficios medioambientales prometen ser un aliciente para este modelo. La mejora en la capacidad de integración de las energías renovables ayuda a Nigeria a acercarse a su visión climática de 2050 de reducir las emisiones en un 50%, destinando menos dependencia a los combustibles fósiles.
El estudio también identificó barreras significativas que hacen necesaria una inversión estratégica en tecnologías de almacenamiento para optimizar la flexibilidad de la red eléctrica y aumentar la autosuficiencia energética. Estas decisiones serán cruciales para gestionar la producción excesiva de electricidad renovable que, sin una adecuada gestión del almacenamiento, puede llevar al desperdicio y a la necesidad de importación de energía.
Finalmente, valiéndose de herramientas como EnergyPLAN y enfoques de optimización multiobjetivo, este análisis subraya la necesidad de conjugar un futuro energético sostenible con oportunidades de desarrollo económico. Al involucrar un enfoque integral en su planificación energética, Nigeria puede fomentar el crecimiento económico y garantizar una electricidad más limpia y segura, adaptándose así a las necesidades energéticas futuras y contribuyendo a los objetivos globales de descarbonización.