Un significativo descubrimiento en la biología marina ha dejado a los científicos perplejos, revelando la fascinante estrategia de supervivencia del esponja marina Theonella conica, que ha desarrollado la capacidad de acumular y neutralizar metales pesados altamente tóxicos en su cuerpo. Esta esponja, que habita en el Mar Rojo y el Océano Índico, utiliza sus bacterias simbióticas para transformar metales tóxicos en compuestos más seguros.
El equipo de investigación, encabezado por la bióloga marina Shani Shoham de la Universidad de Tel Aviv, encontró que T. conica, a pesar de ser un organismo bastante simple sin órganos ni tejidos, puede sobrevivir por su relación con organismos simbióticos, incluyendo bacterias como Entotheonella sp. Estas bacterias actúan como un órgano desintoxicante natural. No solo absorben el molibdeno, un metal pesado mortal en altas concentraciones, sino que lo convierten en compuestos minerales activos que no representan un peligro inmediato para la esponja.
El estudio, que comenzó hace décadas cuando investigadores colectaron muestras de T. conica de un arrecife de coral en Zanzíbar, muestra concentraciones de molibdeno de hasta 46,793 microgramos por gramo de peso seco, la mayor cifra registrada hasta ahora en un organismo. Esto fue confirmado mediante nuevos análisis en muestras de la misma esponja encontradas en el Golfo de Eilat a profundidades superiores a 27 metros.
La razón detrás de esta capacidad acumulativa parece ser un mecanismo de defensa natural. La alta concentración de molibdeno en forma de minúsculos glóbulos minerales dentro de Entotheonella sp. actúa como una señal de advertencia para los depredadores potenciales: “¡No me coman, soy tóxico!”. Así, la esponja proporciona un hogar seguro para las bacterias mientras evita ser presa gracias a su “anuncio venenoso”.
A medida que los investigadores profundizan en el estudio de estas fascinantes interacciones simbióticas, surge la oportunidad de utilizar estos organismos para combatir la contaminación. No solo se limitaría al molibdeno, al igual que su pariente Theonella swinhoei, que neutraliza el bario y el arsénico, metales conocidos por ser peligrosos para la salud humana. Este último enfoque podría revolucionar el tratamiento de fuentes de agua contaminadas con arsenales, un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Desentrañar y aprovechar este conocimiento podría ofrecer nuevas soluciones ecológicas frente a la contaminación por metales pesados, mostrando una posible aplicación práctica de la estrategia de defensa biológica de Theonella conica para proteger nuestro medio ambiente.