Un experimento de ciencia ciudadana ha recopilado valiosos datos de movilidad peatonal en el barrio “Primer de Maig” de Granollers, Cataluña, utilizando aplicaciones de GPS en dispositivos móviles, con el objetivo de apoyar el rediseño y regeneración de este espacio urbano. Este estudio surge de la colaboración entre el Laboratorio de Investigación de Diseño para la Creación de Ciudades (Elisava Research, UVic-UCC) y el grupo OpenSystems (UBICS).
La recogida de datos incluyó a 72 participantes de diversas comunidades del barrio, quienes, equipados con kits de exploración y dispositivos GPS, realizaron una serie de tareas que combinaban actividades festivas y de socialización. Las aplicaciones utilizadas capturaron posiciones con alta resolución de 4-5 segundos, incluso durante la pausa de movimiento, para garantizar datos de calidad sobre los micro-movimientos urbanos.
El “Primer de Maig” es un área caracterizada por ser uno de los distritos con menor ingreso per cápita de la ciudad, evidenciando cierta marginalización socioeconómica. Durante el experimento, los participantes intervinieron en espacios públicos no consolidados, promoviendo usos temporales y sociales del espacio urbano para fomentar interacciones y cohesión social.
Con la Wikiloc App, se trazó cada trayectoria con rigurosas medidas de anonimización y confidencialidad. La captura de datos permitió a los participantes marcar lugares de interés y realizar sus tareas con seguridad desde puntos de encuentros predefinidos, garantizando el respeto a la privacidad.
El tipo de datos obtenidos ofrece a urbanistas e investigadores una nueva perspectiva sobre la movilidad y los patrones de uso del espacio urbano, proporcionando evidencia tangible para futuras intervenciones en el diseño del barrio. Mientras los días del experimento avanzaban, se colectaron aproximadamente 3,000 puntos de datos GPS, que ofrecen un invaluable recurso para analizar y optimizar el uso del espacio público.
En conclusión, esta iniciativa ha demostrado ser un enfoque efectivo de ciencia ciudadana para integrar a la comunidad en sus propios procesos de planificación urbana, resultando en datos que no solo apoyan un mejor diseño urbano, sino que también promueven una participación activa en la mejora del entorno comunitario. Su potencial para influenciar futuras políticas y acciones urbanas en favor de la cohesión social y la equidad está apenas empezando a vislumbrarse.