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martes 24 de de 2024

Explorando el Verdadero Significado del Cuckoldry

En los rincones de internet, particularmente dentro de la autodenominada “manosfera”, ha resurgido un temible concepto: el del “cuckold”. Este término, que históricamente se asocia con los pájaros cuco y los maridos engañados, ha sido adoptado con fervor por quienes creen estar “despiertos” a las complejidades de las dinámicas de género, gracias a un despertar estilo Matrix.

En su acepción más purista, el cuckoldry denota un tipo de engaño biológico observado en la naturaleza. Los pájaros cuco, que anidan sus huevos en los nidos de otras aves, ejemplifican este fenómeno. En el contexto humano, el término tradicionalmente describe a los maridos de esposas infieles. No obstante, en los foros en línea y bajo la influencia de ideologías extremas como la alt-right, el término “cuck” se ha reinterpretado para descalificar a aquellos considerados débiles o ingenuos.

La influencia de la psicología evolutiva ha jugado un papel crucial en la interpretación moderna del cuckoldry. Algunos psicólogos han resaltado dos características: la idea de que los hombres son engañados para criar hijos que no son biológicamente suyos, y que el esfuerzo invertido es una pérdida. Estas nociones alimentan una narrativa misógina que proyecta a las mujeres como inmorales y a los hombres como sus víctimas. Sin embargo, un examen más profundo sugiere que los hombres también pueden beneficiarse y promover el cuckoldry cuando les conviene.

Investigaciones antropológicas desafían este mito de victimización masculina. En numerosas culturas, tanto hombres como mujeres han encontrado formas de utilizar conceptos de paternidad para su ventaja. En Sudamérica, la “paternidad compartida” es un concepto que otorga a múltiples hombres derechos y responsabilidades sobre un niño, asegurando recursos adicionales para la madre y el infante. Esta estrategia no solo beneficia a mujeres y niños; para los hombres, es una vía para ganar aliados y acceder a recursos extramaritales.

En Namibia, los pastores Himba practican esta simultaneidad de parejas. Códigos familiares dictan que los hombres enseñen tolerancia respecto a las relaciones extramaritales de sus esposas, promoviendo una crianza equitativa sin importar la paternidad biológica. A través de la historia, la facultad de las mujeres para mantener relaciones externas ha sido utilizada por los hombres para sanar heridas familiares o políticos, por ejemplo, mediante el “préstamo formal de esposas”.

Así, retratar el cuckoldry exclusivamente con un sentido de engaño o debilidad es reductivo e incorrecto. Más allá de la infidelidad, es crucial entender el porqué y el cómo se desarrollan estos comportamientos, reconociendo que no son universales ni “naturales” en un sentido absoluto. Al prestar atención a las diversidades y particularidades humanas, evitamos caer en las construcciones anticientíficas que dominan las discusiones en la “manosfera”.

Entender estas variaciones puede combatir la mala utilización del conocimiento que respalda discursos dañinos en la esfera digital.