Mientras Florida se alista para la llegada del huracán Milton, que se espera toque tierra como una tormenta de Categoría 4, la situación se complica aún más debido a los escombros dejados por el huracán Helene. Dichos restos de muebles, electrodomésticos y árboles corren el riesgo de convertirse en proyectiles mortales por los vientos violentos que se pronostican, añadiendo un nuevo nivel de urgencia a los esfuerzos de limpieza.
En una reacción rara vez vista, el estado de Florida ha puesto en marcha medidas de limpieza sin precedentes. Se ha ordenado a los vertederos locales operar ininterrumpidamente, pasando por alto algunas objeciones de las autoridades locales. Además, con la ayuda de drones de la Patrulla de Carreteras de Florida, se están monitoreando las zonas afectadas, mientras que se han autorizado 218 sitios temporales para el almacenamiento de escombros. Este operativo está logrando un esfuerzo monumental en el que se han retirado ya 175,000 yardas cúbicas de escombros derivados de Helene.
El gobernador Ron DeSantis ha instado a la administración de Biden a permitir que se utilicen fondos federales para ofrecer incentivos más atractivos a los recolectores de basura. Esto, dicen, motivaría el desembarco de trabajadores de otros estados. Aunque los recolectores son aclamados por los lugareños y escoltados por la policía, queda claro que el volumen de escombros es demasiado para ser manejado antes de la llegada de Milton.
La respuesta federal ha consistido en un acuerdo sin precedentes del presidente Joe Biden, quien dispuso que el gobierno federal asuma el 100% de los costos de limpieza para los estados afectados por Helene. Esto representa un ahorro importante para los contribuyentes de Florida, pero aún persisten preocupaciones sobre el método de pago de FEMA a los recolectores de escombros. La fórmula actual, basada en tarifas por yarda cúbica, no proporciona suficiente incentivo para que las cuadrillas viajen largas distancias hasta Florida.
A medida que el estado enfrenta un desafío logístico masivo en la limpieza de escombros, las autoridades están intensificando su respuesta al pié del huracán Milton. Tropicana Field en San Petersburgo se ha transformado en un campamento base para acciones relacionadas con el huracán. Sin embargo, tanto las autoridades locales como los residentes se enfrentan a la angustia de lidiar con una catástrofe natural tras otra en breve sucesión.
La situación en Florida destaca el incansable trabajo de las agencias estatales y locales, y la complejidad de las respuestas de emergencia en un entorno climático cada vez más extremo. La efectividad de estos preparativos podría determinar no solo el éxito de las operaciones de emergencia actuales, sino también influir en las políticas de preparación para futuras tormentas en el país.
A pesar del esfuerzo monumental para solucionar la problemática de los escombros antes del siguiente impacto, queda claro que los desafíos de limpieza post-desastre son arduos y prolongados. En última instancia, la rapidez y efectividad de la respuesta determinarán el grado de éxito en el resguardo de los hogares frente a las inclemencias del tiempo.