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martes 1 de de 2024

Fotones y el Tiempo Cuántico: Desvelando lo Imposible

Un reciente experimento liderado por investigadores de la Universidad de Toronto ha proporcionado una pieza más al complejo rompecabezas del mundo cuántico: la noción de ’tiempo negativo’. Este concepto, que a primera vista puede parecer un pasatiempo matemático sin aplicaciones reales, ha sido observado cuando los fotones atraviesan una nube de átomos ultrafríos de rubidio, transformando nuestra comprensión del comportamiento de la luz en medios absorbentes.

En el núcleo de este hallazgo se encuentra el “tiempo de espera negativo”, que implica que los fotones, esas partículas ondulantes de luz, puedan ser absorbidos y reemitidos por átomos antes de lo que predeciríamos convencionalmente. Increíblemente, estos fotones parecen completar su tránsito incluso antes de haber entrado completamente en el material, un hecho que desafía la intuición clásica.

El concepto de excitar átomos a través de la interacción fotónica, un proceso denominado excitación atómica, ha sido un interés continuo para el físico Aephraim Steinberg y su equipo. El fenómeno presenta curiosidades; por ejemplo, los átomos de rubidio se muestran excitados aunque los fotones pasen sin alteración visible. Y cuando la excitación ocurre verdaderamente, la emisión sucede prácticamente de inmediato, como si los fotones jugaran al escondite con las leyes del tiempo.

Una colaboración posterior con el teórico Howard Wiseman trajo claridad a este hallazgo, elaborando un marco teórico donde el tiempo observado de excitación coincide con el ’tiempo de grupo’ esperado. Esto ocurre incluso en situaciones en que podría parecer que los fotones se reemitieran antes de lo permitido por sus cortas visitas.

Sobresale la idea de que, en el extraño mundo cuántico, los fotones pueden existir en un estado de superposición, lo que implica que los caminos alternativos de absorción y traspaso no se excluyen mutuamente. El universo cuántico parece disponer de caprichos en los que el concepto de tiempo difiere radicalmente de nuestras percepciones habituales de causa y efecto.

Si bien el fenómeno parece desafiar las normas de la relatividad, puesto que no implica transmisión de información más rápida que la luz, incita a una reconsideración de cómo entendemos la propagación de la misma a través de medios ópticos complejos. No visualizamos un cambio en los cimientos del tiempo, sino una invitación a investigar más profundamente los intrincados entresijos del comportamiento fotónico cuántico.

Este notable estudio no solo destaca la creatividad en la mecánica cuántica experimental, sino que subraya la capacidad constante de la ciencia para revelarnos conceptos que parecen mágicos hasta que los comprendemos. Un recordatorio de que, en el mundo cuántico, lo que nos parece imposible es solo la punta del iceberg.