La accesibilidad a los medicamentos innovadores en el Reino Unido se está quedando atrás en comparación con otros países europeos. Actualmente, solo el 56% de los nuevos medicamentos aprobados por la Agencia Europea de Medicamentos son accesibles para pacientes en Inglaterra y un 54% en Escocia, números que palidecen frente al 88% de Alemania y el 77% de Italia. Este rezago pone en peligro no solo el acceso a tratamientos de vanguardia para los pacientes, sino también el status del Reino Unido como un centro líder en el sector de las ciencias de la vida.

Durante la última década, una serie de cambios en el entorno de acceso a los medicamentos en el Reino Unido ha dificultado cada vez más que el NHS brinde el cuidado innovador que los pacientes requieren. Este fenómeno coincide con el retroceso de la inversión extranjera directa en el sector de ciencias de la vida del Reino Unido, que ha reducido a la mitad su volumen entre 2021 y 2023.

El programa de vacunación contra la COVID-19 del Reino Unido demostró la efectividad de la colaboración entre líderes políticos, la industria farmacéutica y los sistemas de salud, logrando transformar el acceso de los proveedores de atención médica a la innovación y mejorando drásticamente los resultados para los pacientes. Ahora, el desafío radica en construir sobre las lecciones aprendidas durante la pandemia.

El esquema voluntario para el precio de medicamentos de marca, recientemente anunciado con una inversión de £400 millones, busca dirigir un 5% de esa cifra hacia la modernización del entorno de acceso a medicamentos. Este esfuerzo es un paso positivo hacia el abandono de una rigidez que podría limitar el acceso a tratamientos para condiciones severas y rara vez evaluadas, un área donde el sistema actual de NHS presenta limitaciones.

Para desbloquear el verdadero potencial de estos cambios, es crucial un trabajo conjunto de toda la comunidad de las ciencias de la vida. Solo al unir los esfuerzos del gobierno, los proveedores de atención médica y la industria farmacéutica se puede construir un ciclo virtuoso de innovación que, finalmente, rinde beneficios tangibles a los pacientes. Es imperativo que el acceso a los avances científicos se convierta en prioridad nacional para asegurar tanto la salud de la población como la prosperidad de la economía del país.

En conclusión, mientras que el Reino Unido celebra los 100 años de operaciones de Johnson & Johnson y colabora con el sector privado en innovación científica, sigue siendo vital seguir avanzando en el compromiso de hacer disponible cada nuevo medicamento innovador al NHS, con el fin de construir una sociedad y economía prósperas mediante el acceso eficiente y equitativo a la mejor atención médica disponible.