En un asombroso espectáculo de la naturaleza, el huracán Milton cobró vida con una intensidad pocas veces vista, y lo hizo en un abrir y cerrar de ojos. Desde el día domingo, cuando sus vientos apenas alcanzaban los 65 mph, para el lunes ya había emergido como un gigantón de categoría 5 con vientos de 155 mph, avanzando amenazantemente hacia las costas de Florida. Este fenómeno repentino no pasó desapercibido, sobre todo cuando nos llega acompañado de imágenes desde el espacio, capturadas nada menos que por los astronautas en la Estación Espacial Internacional, que observaron el colosal sistema con vientos de hasta 175 mph agitando el Golfo de México.
El Gobernador DeSantis no dejó que el fenómeno pasara desapercibido: inmediatamente declaró estado de emergencia para más de 50 condados en Florida, y las órdenes de evacuación se dispararon en lugares como Charlotte, Hillsborough y Manatee, con expectativas de más a medida que el huracán se acercara.
Las imágenes de satélite de la NOAA y el seguimiento constante fueron clave para observar el errático avance de Milton, anotado como el tercero en la lista de los que más rápido han intensificado en la Cuenca del Atlántico. Un rápido «por qué» nos lo brindó Stephanie Zick: la contractura de su relativamente pequeño ojo de tormenta. Si en algún momento el ojo creciera aunque disminuyera la intensidad, el daño potencial podría agravarse con un incremento en el campo de viento, arrastrando consigo el peligro de mayores marejadas en lugares como Tampa Bay.
Sin embargo, ni siquiera esta fuerza es lo más aterrador. Milton no está solo, viene corroendo los talones de la generación de tormentas secuenciales representada por el huracán Helene. Rosencrans, experto en predicciones climáticas de la NOAA, indicó que esta es una actividad esperada para octubre, a pesar de su temprano comienzo, añadiendo que la temporada de huracanes está muy viva y no cesará hasta finales de noviembre.
Florida, prestos a seguir la temporada y armándose de suministros esenciales, se prepara para lo que podría ser una larga lista de desafíos en lo que resta del año. Entre los grandes gigantes verdes y abanicos de mar que rugen, la estampa apabullante de la naturaleza se cierne con una impresionante intensidad. Y aunque el titán haya bajado al nivel 4, las precauciones no deben decaer, un último embate podría traer consigo la sorpresa menos esperada.