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lunes 30 de de 2024

La Invisible Compañía de Betelgeuse

Astrónomos de diferentes instituciones han aportado pruebas que sugieren la existencia de un pequeño acompañante estelar orbitando Betelgeuse, la brillante supergigante roja en la constelación de Orión. Esta teoría, propuesta hace más de un siglo, ha ganado renovado interés tras la recolección de datos precisos.

Un equipo liderado por el astrofísico Morgan MacLeod del Harvard & Smithsonian Center for Astrophysics conectó un ciclo de brillo de seis años de Betelgeuse con el movimiento orbital de una estrella compañera. Este análisis utilizó registros que datan desde 1896, proporcionando un cúmulo temporal significativo para el estudio. Independientemente, Jared Goldberg del Flatiron Institute y su grupo analizaron mediciones de las últimas dos décadas, las cuales apoyaron la misma teoría de un compañero orbital.

Históricamente, se había sugerido que las variaciones en el brillo de Betelgeuse, identificadas en 1908 por Henry Cozier Plummer, podrían deberse a un tirón gravitacional de un compañero estelar. Sin embargo, estruendos de material expulsados al espacio y ciclos de pulsación adicionales desembocaron en teorías alternas.

Pese a ello, el enigma del “Gran Oscurecimiento” en 2019 impulsó a los científicos a reexaminar las afirmaciones del pasado. Los análisis actuales sugieren que este acompañante, posiblemente con una masa aproximadamente entre 0.6 y 1.2 veces la del Sol, orbita Betelgeuse cada 2,100 días. Este acompañante, aunque misterioso, parece estar naturalmente condenado, ya que en unos 10,000 años podría ser devorado completamente por la supergigante.

La comunidad científica, incluyendo a Miguel Montargès del Observatorio de París, considera estas conclusiones fascinantes, pero reconoce que probar esta existencia será un desafío hercúleo. No obstante, confirmar la presencia de un compañero orbital podría brindar nuevas perspectivas sobre el comportamiento de las supergigantes rojas y contribuir a una mejor comprensión de sus dinámicas internas.

Así, la narrativa sobre Betelgeuse se vuelve cada vez más fascinante, con nuevos descubrimientos emergiendo de las sombras estelares que reconfiguran la astronomía moderna.