La reciente actualización de las previsiones económicas para el Reino Unido ha marcado un cambio optimista para el país. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incrementó, el día de hoy, su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del Reino Unido para 2024 al 1.1%, una considerable subida en comparación con el 0.4% previsto anteriormente en mayo. También anticipan un crecimiento del 1.2% para 2025. Este repunte calificó a la economía británica como “robusta”, asegurando su posición conjunta como segunda entre las naciones del G7 para este año, justo detrás de Estados Unidos. Sin embargo, el panorama podría cambiar el próximo año, ya que se prevé que la eurozona crecerá un 1.3% superando al Reino Unido.
No todo es color de rosa para el Reino Unido; las previsiones de inflación señalan que el país enfrentará algunas de las tasas más altas dentro del G7. En agosto, el índice de precios al consumidor se situó en 2.2%, pero se proyecta un incremento a 2.7% durante 2024, con una leve reducción a 2.4% en 2025.
La revisión de la OCDE se alinea con el reciente discurso de la Canciller Rachel Reeves en la conferencia del Partido Laborista en Liverpool. Reeves enfatizó que, aunque el crecimiento más rápido es gratificante, persiste una carga de trabajo intensa, pues su misión principal es potenciar el crecimiento económico. Reeves también destacó que el presupuesto de octubre buscará restaurar los cimientos de la economía para cumplir con la promesa de transformación y reconstrucción del país.
El gobierno liderado por el Partido Laborista intenta así mitigar las críticas por la debilitada economía que heredan. Los próximos meses serán cruciales, con el presupuesto planeado para el 30 de octubre en el horizonte, las expectativas están puestas en cómo esta administración maneja los desafíos económicos.
Mirando al futuro, la mejora en las previsiones de crecimiento brinda motivos de esperanza, pero la presión inflacionaria sigue siendo un área preocupante que requiere atención. El éxito del próximo presupuesto puede marcar el rumbo hacia un futuro más brillante y próspero para el Reino Unido.