Los investigadores han descubierto una exhibición asombrosa en el cielo durante las tormentas eléctricas: emisiones de rayos gamma de alta energía. Este fenómeno fue observado desde un avión espía ER-2 de la NASA, modificado para detectar diversos tipos de radiación. A lo largo de diez vuelos, el avión capturó un resplandor de estallidos de rayos gamma que se daban en más ocasiones y de una forma más compleja de lo que se había descubierto anteriormente. Estos vuelos fueron realizados sobre el Caribe y Centroamérica, a una altitud que duplicaba la de los vuelos comerciales rutinarios.
Hasta el momento, dos tipos principales de emisiones de rayos gamma eran conocidos en tormentas: los estallidos terrestres de rayos gamma, que son visibles desde el espacio, y las glows de rayos gamma, que son más tenues y persistentes. Sin embargo, los expertos han notado que estas durante las tormentas no son estáticas, sino que cambian con el tiempo, subiendo y bajando en intensidad. Este comportamiento fue inesperado, ya que las glows fueron registradas en nueve de los diez vuelos y abarcaban miles de kilómetros cuadrados. Este fenómeno ha sido descrito como “como una olla hirviente”.
Adicionalmente, durante estas investigaciones se identificó un nuevo tipo de emisión denominado “destello de rayos gamma parpadeante”. Se propone que podría ser el eslabón perdido entre los destellos y las glows, dada su duración e intensidad intermedia, y su característica de aparecer durante breves tiempos repetitivos. Además, se observó que este tipo de destello es, a veces, seguido por eventos bipolares estrechos, y posteriormente por rayos, lo que sugiere que podrían tener un papel en la iniciación del relámpago.
Se reconoce que los rayos gamma son generados por electrones acelerados dentro de los campos eléctricos en las nubes. Estos electrones inician una reacción en cadena al colisionar con moléculas de aire. Aunque el mecanismo de producción es comprendido, el vínculo exacto entre las diversas emisiones todavía es confuso. De hecho, hasta se plantea que los rayos gamma podrían influir en la intensidad de los campos eléctricos dentro de las nubes, siendo un acto central para la electricidad atmosférica. Los hallazgos plantean interesantes interrogantes sobre los fenómenos eléctricos en la atmósfera, desafiando anteriores percepciones sobre la frecuencia y el papel de los rayos gamma en los sistemas tormentosos.
Este descubrimiento podría replantear lo que antes creíamos saber sobre la electricidad en las tormentas, sugiriendo que estos fenómenos son parte de un proceso más común de lo que se pensaba, y posiblemente central en los sistemas eléctricos de nuestra atmósfera.