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martes 15 de de 2024

Nuevas Vacunas Nasales: El Futuro de la Protección contra Virus Respiratorios

Las innovaciones en vacunas nasales están generando gran expectativa en la comunidad científica y entre el público, que ve en estos desarrollos una solución a la fobia de las agujas y una mejora en la eficacia de las vacunas tradicionales. Estas nuevas vacunas, diseñadas para combatir no solo el COVID, sino también la gripe y el virus respiratorio sincitial (RSV), buscan ofrecer una alternativa más eficiente y menos invasiva que las inyecciones intramusculares.

Pruebas clínicas iniciales en los Estados Unidos han mostrado éxito con vacunas nasales administradas a través de un pequeño rocío en la nariz, generando múltiples respuestas inmunitarias contra el virus SARS-CoV-2. Dos de estas propuestas han recibido recientemente casi 20 millones de dólares del Proyecto NextGen, una iniciativa del gobierno Biden-Harris para la COVID-19, lo cual asegura un impulso significativo para su desarrollo.

Las ventajas de las vacunas nasales son numerosas. Al ser aplicadas directamente en las mucosas nasales, donde la mayoría de los virus suelen entrar al cuerpo, pueden activar una respuesta inmune más rápida y fuerte. Investigadores como Fiona Smaill de la Universidad McMaster sugieren que estas vacunas podrían ser más efectivas para prevenir que los virus se establezcan en el organismo desde los puntos de entrada respiratorios.

El desafío de entregar este tipo de vacunas de manera eficaz es considerable, ya que la medición de las respuestas inmunitarias en las células de la mucosa es difícil de demostrar en comparación con las pruebas de sangre de las vacunas tradicionales. Sin embargo, aquellos que han utilizado esta nueva tecnología en laboratorios, como Akiko Iwasaki en Yale, elogian su potencial para reducir la transmisión del virus y prevenir casos de “COVID prolongado”.

A pesar de su promesa, las vacunas nasales enfrentan obstáculos técnicos, especialmente en cuanto a la administración adecuada en el cuerpo, navegando las dificultades de exposición de la mucosa a materiales extraños y superando la “tolerancia inmunológica”. Eventos pasados, como el uso de adyuvantes que provocaron efectos adversos en Suiza, enfatizan la necesidad de un enfoque cuidadoso.

Impulsadas por financiamiento como el del Proyecto NextGen, las nuevas fórmulas nasales podrían estar disponibles en Estados Unidos hacia 2027. En países como China e India, estas vacunas ya están aprobadas debido a un enfoque proactivo durante la pandemia. Esta brecha de tiempo destaca la diferencia en las estrategias de desarrollo en todo el mundo y presenta oportunidades para mejorar el acceso a las vacunas, especialmente en regiones con recursos limitados, mientras se simplifica la logística de almacenamiento y distribución.

Los desarrollos prometen transformar las experiencias de aquellos que temen a las agujas, ofreciendo una solución viable a millones de personas. Al fin y al cabo, el horizonte de las vacunas nasales no solo apunta a una protección más eficaz, sino también a una mayor equidad en la distribución de vacunas a nivel mundial. Los estudios en curso parecen confirmar que el futuro de la vacunación podría estar en la comodidad de un simple spray nasal.