Un equipo de investigadores, encabezado por el bioingeniero Manu Prakash de la Universidad de Stanford, ha descubierto un método único que emplea el fitoplancton Pyrocystis noctiluca para su inmensa migración vertical en los océanos. Este diminuto organismo unicelular es capaz de inflarse hasta seis veces su tamaño original, permitiéndole reducir su densidad y flotar hacia la superficie del océano, similar a un globo de helio.
Esta sorprendente estrategia de movilidad fue detallada en una publicación reciente en Current Biology el 17 de octubre de 2024. Se han tomado muestras de agua a unos 160 kilómetros de la costa de Hawái para observar el comportamiento de estos organismos, que son reconocidos por su bioluminiscencia.
Pyrocystis noctiluca realiza un viaje desde aproximadamente 125 metros de profundidad hasta unos 50 metros de la superficie, donde la luz solar es más abundante, esencial para el proceso de fotosíntesis. A diferencia del zooplancton, que realiza esta migración diariamente, el fitoplancton tarda varios días en completar su recorrido.
Utilizando microscopios especiales que recrearon una especie de “cinta rodante hidrodinámica”, el equipo observó cómo P. noctiluca al comienzo de su ciclo de vida se infla, se vuelve menos denso y asciende por la columna de agua. Al final de su ciclo de vida de siete días, la célula divide en dos células hijas, que a su vez se inflan al llenarse de agua de mar, aumentando su tamaño seis veces.
El equipo de Prakash propone que las proteínas acuaporinas que filtran la sal densa del agua entrante juegan un papel crucial en este proceso, haciendo a las células menos densas que el agua circundante. Los experimentos sugieren además que el calcio en el agua marina podría ser un factor desencadenante clave de esta inflación.
Por otro lado, este crecimiento no solo facilita la ascensión; también presenta ventajas adicionales. Las células más grandes disminuyen su riesgo de depredación y capturan más luz solar para la fotosíntesis gracias a su mayor superficie.
La investigación aporta información valiosa sobre cómo estos pequeños pero importantes organismos pueden impactar en la biodiversidad y en los flujos de nutrientes en los océanos del mundo. En un época donde comprender los movimientos y adaptaciones de los seres vivos en el océano es vital para la ciencia y la ecología, estos hallazgos realzan la complejidad y adaptabilidad de vida microscópica del océano.