**Un reciente estudio sugiere que semaglutida, un fármaco conocido principalmente por tratar la diabetes y la obesidad, podría disminuir el riesgo de sobredosis por opioides. En 2023, se reportaron más de 80,000 muertes en Estados Unidos debidas a sobredosis de opioides como el fentanilo y la oxicodona. Investigadores analizaron registros médicos de 33,000 personas con trastorno por uso de opioides y diabetes tipo 2, descubriendo que los pacientes tratados con semaglutida tenían entre un tercio y la mitad de probabilidad de sufrir una sobredosis en comparación con aquellos que recibieron otro medicamento para la diabetes. Ann Rong Xu, de la Universidad de Case Western Reserve, destacó la importancia del descubrimiento, aunque reiteró que el estudio no prueba que la semaglutida reduce las sobredosis, solo indica una asociación.
Semaglutida pertenece a una clase de medicamentos que imitan la hormona intestinal GLP-1. Inicialmente aprobada para la diabetes, ha adquirido notoriedad en años recientes por su uso en la pérdida de peso. Existen indicios de que podría ser un “cuchillo suizo” farmacológico, abordando diversas afecciones. Estudios previos en animales y humanos ya habían sugerido un efecto modulador en comportamientos adictivos, además de sus potencialidades en el tratamiento del alcoholismo, tabaquismo y uso de cannabis.
El reciente análisis reveló que de 2,605 personas tratadas con semaglutida, solo 35 experimentaron sobredosis, comparado con 76 quienes se encontraban bajo otro tratamiento. Investigadores especulan que el medicamento podría reducir el ansia por opioides, minimizando su uso y, por ende, el riesgo de sobredosis. Paralelamente, el equipo de Grigson está abocado a estudiar su impacto directo en el consumo de opioides, mientras Xu considera extender la investigación a estimulantes como metanfetaminas y cocaína.
Científicos como Serena Jingchuan Guo ven un potencial preventivo en la semaglutida, sugiriendo su inclusión en planes de manejo del dolor postoperatorio para evitar la adicción. Sin embargo, advierte que queda mucho por descubrir sobre los mecanismos moleculares que estos fármacos activan en el cuerpo humano.
La semaglutida podría representar un avance significativo en la lucha contra la crisis de opioides, pero la comunidad científica subraya la necesidad de más estudios clínicos para confirmar estos beneficios. Mientras tanto, se mantiene la esperanza por su potencial innovador en el tratamiento y prevención de adicciones, sin olvidar las preguntas aún abiertas sobre sus efectos completos.**