Una tormenta solar está azotando la Tierra con una intensidad que podría complicar los esfuerzos de recuperación tras el paso de los huracanes Helene y Milton. Las tormentas geomagnéticas severas tienen efectos sobre las comunicaciones vía satélite, redes eléctricas y servicios de GPS, advirtió el Centro de Predicción del Clima Espacial de los Estados Unidos en su comunicado. La eyección de masa coronal que impactó la Tierra esta mañana a las 11:17 AM, rápidamente alcanzó condiciones de tormenta geomagnética de nivel G4, y existe la posibilidad de que la tormenta alcance el nivel G5, último registrado en mayo.
El fenómeno solar fue capturado en imágenes por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA mostrando una nube de plasma cargado eléctricamente que perturba el campo magnético del Tierra. Esta actividad se da en un contexto donde el Sol podría estar en el pico de su ciclo de 11 años, fase en la cual su actividad se intensifica notablemente, incrementando la probabilidad de tormentas solares severas.
Ante el pronóstico, el SWPC ha coordinado con la Agencia Federal de Manejo de Emergencias y agencias del estado para evaluar riesgos y medidas de prevención. Las autoridades han sido instruidas a tomar acciones necesarias para mitigar daños potenciales. Las eyecciones de masa coronal son conocidas por interferir con señales de radio, los sistemas de posicionamiento GPS y por ser una amenaza para las redes eléctricas. Ejemplos previos incluyeron las “Tormentas de Halloween” en 2003 que provocaron apagones en Suecia y afectaron infraestructura eléctrica en Sudáfrica.
Durante tormentas anteriores, sistemas GPS de precisión en Estados Unidos fueron inutilizados, lo cual derivó en pérdidas monetarias significativas. Aproximadamente 5,000 satélites tuvieron que realizar ajustes orbitales debido al aumento de la resistencia atmosférica, como explicó Shawn Dahl del SWPC.
Para los observadores situados en latitudes propicias, las auroras derivadas de estas tormentas podrían ser visibles desde regiones tan al sur como el norte de California y Alabama. El espectáculo puede ser capturado inclusive por cámaras de teléfonos inteligentes bajo cielos oscuros, lejos de ciudades y contaminación lumínica.
Aunque el evento supone un desafío, también ofrece la oportunidad de apreciar más de cerca el poder y belleza de los fenómenos celestiales, sirviendo como recordatorio de la compleja interacción entre el espacio y la vida en la Tierra.