En una clara muestra de compromiso y apoyo continuo a Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar valorado en 7.9 mil millones de dólares. Esta nueva inyección de recursos pretende reforzar la capacidad defensiva de Ucrania frente a la agresión rusa, especialmente en un momento crítico ante la próxima reunión con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
“Es prioritario para mi administración proporcionar a Ucrania el apoyo necesario para prevalecer”, declaró Biden en un comunicado. Esta inyección incluye 5.5 mil millones de dólares provenientes de la autoridad presidencial de reducción para financiar equipo para Ucrania. Una suma adicional de 2.4 mil millones de dólares será destinada a asistencia de seguridad, incluyendo la provisión de sistemas de defensa aérea, sistemas aéreos no tripulados y municiones aire-tierra.
A medida que la tensión en la región persiste, EE.UU. también suministrará a Ucrania municiones Joint Standoff Weapon de largo alcance para mejorar las capacidades de ataque a distancia, junto con la entrega de una batería adicional de defensa aérea Patriot y misiles adicionales de dicho sistema. Asimismo, los esfuerzos de entrenamiento se ampliarán para incluir a pilotos ucranianos de F-16.
En paralelo a las medidas de seguridad, Washington ha anunciado una iniciativa internacional destinada a “desmantelar una red global de criptomonedas”, que, según se ha informado, ha sido utilizada para contrarrestar la evasión de sanciones rusas y el blanqueo de dinero. Esta movida pone de manifiesto el compromiso del gobierno estadounidense de asegurar que las sanciones económicas sean efectivas.
Finalmente, Biden adelantó que convocará una reunión de la Contact Group de Defensa de Ucrania a nivel de cumbre en Alemania el próximo mes, reafirmando así su voluntad de que Estados Unidos brinde a Ucrania “el apoyo que necesita para ganar esta guerra”. Zelenskyy, por su parte, expresó su agradecimiento hacia Biden, comprometiéndose a utilizar esta ayuda de la manera más eficiente y transparente posible para lograr una victoria sostenida y una paz justa.
Con estas medidas en marcha, Washington refuerza su posición de que la seguridad transatlántica es un objetivo común y prioritario, reafirmando el papel de EE.UU. como aliado crucial en la búsqueda de la estabilidad global.