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martes 24 de de 2024

Crisis en el Gobierno Checo tras Derrota Electoral

La reciente victoria aplastante de Andrej Babiš y su partido, ANO, en las elecciones regionales de la República Checa ha dejado al gobierno actual en una posición incierta. Babiš logró el control de 10 de las 13 regiones del país, al obtener el 35% de los votos y 292 de los 685 escaños disponibles. Esto marca un significativo ascenso desde el 21% de los votos obtenidos en 2020. La competición electoral también vio mejores desempeños de lo esperado por parte del partido SPD y el partido comunista Stačilo!, quienes empataron en el quinto lugar con 32 escaños cada uno.

En respuesta al revés electoral, el Primer Ministro checo, Petr Fiala, propuso el despido de Ivan Bartoš, Ministro de Desarrollo Regional y Digitalización, el martes. Esta decisión resaltó las tensiones dentro de la coalición gobernante y potencialmente fortaleció la oposición. Bartoš, quien renunció como líder del Partido Pirata tras los pobres resultados en las elecciones regionales, criticó la decisión de Fiala como una “traición”, argumentando la falta de transparencia en el proceso.

La situación empeoró cuando Bartoš, inicialmente en una reunión personal con Fiala, no fue informado de su despido hasta una llamada telefónica más tarde ese mismo día. Esto llevó a que el Partido Pirata considerara abandonar la coalición, lo que podría implicar la salida de otros miembros de alto rango del gabinete, y restando fuerza a la mayoría parlamentaria del gobierno.

El Presidente Petr Pavel indicó que cualquier cambio en el gobierno debe ser manejado de manera que no afecte la estabilidad del país. Pavel planea reunirse con todos los partidos implicados para evitar una crisis política. Mientras tanto, la administración de Fiala enfrenta un bajo índice de confianza pública, con solo el 24% de apoyo según encuestas recientes, impulsado por decisiones impopulares como la reforma del sistema de pensiones.