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martes 24 de de 2024

Crisis Ética y Política Sacuden los Primeros Meses del Gobierno de Starmer

Keir Starmer, nuevo líder del Reino Unido, debería estar celebrando una gran victoria política, pero la realidad es otra. Tras 14 años de espera, su Partido Laborista arrasó en las elecciones de julio, prometiendo un cambio significativo ante el caos del gobierno conservador. Sin embargo, los primeros meses de su mandato no han sido un camino de rosas. Una de sus decisiones más polémicas ha sido un recorte en las ayudas a los ancianos, un movimiento que no ha sido bien recibido por el público en general, contribuyendo a la caída en picada de su popularidad en las encuestas.

Además, la liberación anticipada de miles de prisioneros por el hacinamiento en las cárceles británicas ha sido otra mancha en su corto mandato. El gabinete enfrenta críticas constantes por aceptar regalos costosos de donantes, como el caso con las prendas de lujo adquiridas gracias a Waheed Alli, lo que ha levantado cejas sobre la ética en el gobierno. Estas controversias surgen a pesar de que Starmer había sido un crítico feroz de “la corrupción tory” durante su tiempo en la oposición.

Para colmo, un reporte reciente destacó que Sue Gray, jefa de personal de Starmer, recibe un sueldo significativamente mayor que sus predecesores, haciendo estallar la tensión interna. La atmósfera en Liverpool, donde Starmer enfrenta a su partido por primera vez desde que asumió el poder, dista de ser la de un equipo unido y triunfante.

La falta de una agenda clara ha sido enfatizada por miembros del gabinete y Whitehall, quienes sienten que hay pocas direcciones definidas para el futuro. Mientras tanto, Starmer continúa defendiendo sus “cinco misiones” como el núcleo de su política gubernamental, aunque la promoción en este sentido parece haber sido mínima desde su victoria en julio.

Su partido asumió el control con una proporción histórica baja de votos, lo que significa que pequeños cambios en la opinión pública pueden resultar decisivos en el futuro cercano. Luke Tryl, director de la empresa de sondeos More in Common, advierte que los temas éticos podrían dañar críticamente la imagen de Starmer que se construyó como “el antídoto” a la corrupción de los conservadores.

La oposición, por su parte, aún tiene que reestructurarse tras la salida de Rishi Sunak, pero observadores internos creen que laboristas deben cuidar su posición antes de pensar en mantenerse al frente por cinco años.

En conclusión, aunque el gobierno apenas comienza su mandato, ya se enfrenta a una serie de desafíos que podrían definir el futuro del Partido Laborista y del propio Starmer como líder.