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lunes 14 de de 2024

El Futuro de la Educación en Juego: Choque de Propuestas Presidenciales

El sistema educativo estadounidense se encamina hacia posibles cambios significativos, a medida que las propuestas de los candidatos presidenciales para 2024 reflejan visiones contrastadas sobre el futuro de la educación. Con la pandemia como telón de fondo, escuela tras escuela enfrenta brechas de aprendizaje, especialmente en matemáticas y ciencias, mientras que el fenómeno de la rotación de maestros y la segregación racial permanecen vigentes.

Las políticas del expresidente Donald Trump están centradas en una mayor participación del gobierno en el currículo y un énfasis en la ’elección escolar’, buscando privatizar el sistema educativo. En un sorprendente movimiento, Trump busca eliminar el Departamento de Educación, una entidad que cubre aproximadamente el 11% del financiamiento de las escuelas públicas. Sin embargo, no hay claridad sobre cómo se gestionarán las mayores fuentes de financiación como el Título I, que apoyan a estudiantes de bajos ingresos, o la Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA).

Por otro lado, la vicepresidenta Kamala Harris promueve una dirección enfocada en la equidad y la accesibilidad educativa. Propone un incremento en la financiación del Título I y la ampliación de programas como la educación preescolar universal y el alivio de la deuda estudiantil, sectores en los que su administración ha aprobado ya casi 170 mil millones de dólares en condonación de préstamos.

El punto de debate de la elección de escuela está en el centro de las propuestas de Trump, quien ha abogado por la financiación pública de la educación privada, incluyendo escuelas religiosas, a través de vouchers y Cuentas de Ahorro Educativo. Sin embargo, múltiples estudios indican que dichos programas pueden impactar negativamente en el logro estudiantil y aumentar las brechas al permitir la discriminación en ciertas instituciones.

Además, Trump promete involucrarse activamente en el contenido educativo, limitando la enseñanza sobre racismo estructural y respaldando la enseñanza del cristianismo en las escuelas. Harris, en contraposición, critica estos esfuerzos de censura curricular en su último discurso ante la Federación Americana de Maestros.

Frente a estos escenarios, los votantes deberán decidir en noviembre entre desmantelar un sistema educativo centralizado bajo la administración federal o reinvertir en él, fortaleciéndolo como baluarte de la democracia estadounidense. Las decisiones tomadas podrían tener un impacto duradero sobre cada niño en el país.