Elon Musk, el reconocido multimillonario y magnate tecnológico, no logró colocarse en la lista de candidatos para el prestigioso Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento, a pesar de los intensos esfuerzos de grupos políticos de extrema derecha que respaldaron su nominación. A pesar de considerarlo un ícono por su posición firme en defensa de la libertad de expresión, especialmente en su combate contra lo que denominan “islamismo radical y wokismo”, la propuesta no prosperó.

Dos grupos de extrema derecha pertenecientes al Parlamento Europeo nominaron a Musk para el galardón que, en ediciones anteriores, ha sido otorgado a personalidades como Nelson Mandela y Malala Yousafzai. Thierry Mariani, uno de los principales promotores de esta candidatura, ya había expresado su deseo de que Musk sirviera de símbolo en la lucha por la libertad de expresión.

No obstante, la nominación de Musk causó sorpresa y escepticismo entre sus críticos europeos. Musk, conocido por liderar empresas tecnológicas como X, Tesla y SpaceX, ha sostenido conflictos con autoridades y reguladores a nivel mundial, destacándose choques recientes con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el Tribunal Supremo brasileño.

Por otro lado, el comité responsable de las elecciones, la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, seleccionó en votación secreta a otros candidatos destacados: el activista anticorrupción azerbaiyano Gubad Ibadoglú, los líderes de la oposición venezolana María Corina Machado y Edmundo González, y las organizaciones israelí-palestinas de paz Women Wage Peace y Women of the Sun.

El máximo órgano del Parlamento, la Conferencia de Presidentes, decidirá el próximo 24 de octubre quién será el laureado para el año 2024, en vísperas de la ceremonia de premiación prevista en la sesión plenaria de diciembre en Estrasburgo.

El Premio Sájarov, que busca reconocer a individuos u organizaciones que defendieron la libertad de expresión, la democracia y los derechos de las minorías, incluye además un premio económico de 50,000 euros y el reconocimiento en la ceremonia europea.

Al finalizar el proceso de selección se extiende, como es tradicional, una invitación a los finalistas para asistir a la ceremonia. Para Musk, el intento fallido marca una nueva etapa en su tenso historial de interacciones políticas, mostrando que los vientos políticos en Europa parecen preferir otras formas de activismo y liderazgo en libertad de expresión.