Francia ha decidido recalibrar su ayuda militar a Ucrania, anunciando un recorte significativo en el monto que inicialmente había prometido. Este ajuste ocurre mientras el país enfrenta presiones para reducir su déficit presupuestario, el cual podría alcanzar hasta un 6% del PIB en el próximo año. En lugar de los 3 mil millones de euros inicialmente comprometidos este año, el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, declaró que la ayuda totalizará poco más de 2 mil millones de euros.
Este anuncio mantiene en vilo las expectativas suscitadas a principios de año, cuando el presidente Emmanuel Macron anunció su intención de elevar la asistencia francesa a Ucrania, buscando así alinear el apoyo con otros países, como Alemania, que ha sido uno de los mayores contribuyentes de ayuda militar en Europa. Sin embargo, los recortes presupuestarios han obligado a Francia a revisar sus compromisos.
A pesar de las restricciones financieras, Macron continúa firmemente apoyando a Ucrania. La reciente visita del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a París reforzó el compromiso de cooperación entre ambos países. Francia, de hecho, ya ha proporcionado 1,7 mil millones de euros en 2022 y 2,1 mil millones en 2023, colocándose detrás de países como Alemania y el Reino Unido.
El ministro Lecornu detalló que 300 millones de euros para Ucrania provendrán de los intereses generados por activos rusos congelados. Estos fondos se destinarán a compra de municiones de artillería, cañones Caesar y combustible. Además, 400 a 600 millones de euros adicionales serán liberados gracias a la disminución de la inflación, monto que se usará para renovar misiles Scalp y Aster que serán enviados a Ucrania.
El panorama europeo para Ucrania depende también de otras decisiones políticas. Alemania, por ejemplo, ha anunciado que probablemente reduzca su apoyo a la mitad el próximo año. Además, existen temores en torno a un posible ajuste en la ayuda de Estados Unidos si Donald Trump regresa al poder.
En paralelo, los países nórdicos y bálticos han intensificado sus esfuerzos, colectivamente colocándose como el segundo grupo más grande de apoyo militar a Ucrania después de Estados Unidos.
A pesar de las dificultades, Francia ha anunciado que continuará su programa de entrenamiento para soldados ucranianos y, de cara a 2025, tiene la intención de proporcionar aviones de combate Mirage 2000 para asistir en el conflicto.
En conclusión, el entorno internacional de apoyo a Ucrania está experimentando un cambio significativo con el debilitamiento de algunas promesas y la reorganización de otras. Mientras tanto, los líderes europeos enfrentan decisiones difíciles, equilibrando sus presupuestos y sus compromisos diplomáticos en medio de crecientes demandas internas.