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lunes 23 de de 2024

Frederiksen insta a liberar a Ucrania de limitaciones para atacar a Rusia

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha sorprendido al mundo con una declaración que empuja los límites del conflicto que asola a Europa del Este. En una entrevista concedida a Bloomberg, Frederiksen argumentó que el debate sobre las “líneas rojas” debe concluir inmediatamente. “La línea más importante ya ha sido cruzada, y fue cuando los rusos entraron en Ucrania”, declaraba la autoridad danesa.

Frederiksen lanzó un llamado a los aliados de Ucrania, pidiendo que autoricen el uso de armamento donado para realizar ataques de largo alcance en territorio ruso. Denunció que las restricciones impuestas por países como Estados Unidos, que temen una escalada del conflicto, han favorecido más a Moscú que a Kiev. Estas restricciones han sido un punto de inflexión en la estrategia militar de Ucrania, según ella.

La conversación no solo se limita a Dinamarca. La postura de Frederiksen también encuentra eco en letales figuras europeas como el máximo diplomático de la Unión Europea y el propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, quien considera crucial para la victoria ucraniana el poder atacar profundamente en territorio ruso.

Prueba tangible de esa orientación bélica es un reciente y audaz movimiento por parte de las fuerzas ucranianas, que lograron capturar casi 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso en la región de Kursk. Zelenskyy, en su cruzada por obtener respaldo internacional, ha subrayado que es “justo destruir a los terroristas rusos desde sus bases de lanzamiento”.

La guerra en Ucrania ha alcanzado 1.000 días de desgastantes combates, y ambas partes se encuentran atrapadas en un atolladero. En este marco, el líder ucraniano se encuentra en Estados Unidos, buscando apuntalar apoyo para su “plan de victoria”. Con cada día que pasa, Kiev vuelve sus ojos cada vez más hacia Occidente esperando poder decidir sus estrategias sin la sombra de limitaciones externas.

Otro grupo de naciones como Finlandia y Suecia, ya han dejado claro que Ucrania debería tener la libertad de actuar como considere necesario. La pregunta que flota en el aire tiene que ver con la disposición y unidad de Occidente para enfrentar las consecuencias que un cambio de esta magnitud podría acarrear.

En un mundo donde las palabras importan tanto como los hechos, la declaración de Frederiksen, si bien audaz, también exige una elegante danza diplomática, configurando un paisaje internacional que seguirá siendo observado minuciosamente en las próximas semanas.