La campaña política en Estados Unidos se intensifica con las declaraciones de la Vicepresidenta Kamala Harris, quien acusa al expresidente Donald Trump de las muertes de dos mujeres en Georgia, vinculándolas directamente con las políticas restrictivas en materia de aborto que él ha promovido. Durante un mitin en Atlanta, Harris subrayó que las muertes de las mujeres, Amber Nicole Thurman y Candi Miller, fueron el resultado de la aplicación de la ley que prohíbe el aborto más allá de las seis semanas de gestación y el temor a buscar atención médica de emergencia.
Según reportes de ProPublica, Thurman sufrió complicaciones graves tras no expulsar completamente tejido fetal después de consumir pastillas abortivas obtenidas fuera del estado. Su tratamiento médico fue retrasado 20 horas debido a restricciones legales, resultando en su muerte. Mientras, Miller, aquejada de múltiples condiciones crónicas, optó por abortar para evitar riesgos pero falleció en casa al no buscar asistencia hospitalaria debido al temor generado por la ley.
Harris advirtió que estas muertes no son casos aislados y que podrían volverse más comunes si se continúa con la misma línea política, enfatizando las implicancias de un segundo mandato de Trump. Señaló que los problemas no se limitan solo a las emergencias médicas directas, sino también a la restricción del acceso a tratamientos de fertilidad como la fecundación in vitro, afectando a familias que luchan por concebir en estados que restringen el aborto de manera estricta.
La posición de Trump, expresada vía su portavoz Karoline Leavitt, defiende que siempre ha apoyado excepciones en casos de violación, incesto o para salvar la vida de la madre, aún así adjudica a los médicos la responsabilidad por no actuar adecuadamente para salvar las vidas de las afectadas.
El debate se amplía en tanto médicos de todo el país critican la falta de claridad en las leyes sobre cuándo es apropiado actuar en emergencias, lo que genera un “efecto escalofriante” que retarda la atención médica necesaria ante posibles complicaciones en el embarazo. Harris agregó que estas leyes son irónicas pues, simultáneamente, limitan tanto la interrupción de embarazos como los intentos de comenzar una familia, estigmatizando el uso de la fecundación in vitro.
En conclusión, la Vicepresidenta hace un llamado claro a la acción y al voto consciente basándose en los derechos reproductivos, situándose en una posición de contraste respecto a los enfoques de Trump y su partido, como quedó evidenciado en su reciente encuentro con Oprah Winfrey y la campaña publicitaria lanzada para resaltar estas problemáticas.