El caos se avecina para todos aquellos que planean volar desde la capital belga este martes, ya que tanto el aeropuerto de Bruselas Zaventem como el de Bruselas Sur Charleroi serán gravemente afectados por una huelga general. Esta movilización es parte de una campaña promovida por sindicatos europeos, que protestan en contra de lo que califican como una “carrera hacia el abismo” en las condiciones laborales de trabajadores esenciales.
El viernes pasado, el aeropuerto de Bruselas anunció la cancelación de todos los vuelos de salida programados para ese martes. En un comunicado, se informó que aproximadamente 42,000 pasajeros (32,000 salidas y 10,000 llegadas) deben replantear sus planes debido al paro. Sin embargo, se espera que las operaciones de carga no sean significativamente afectadas.
Brussels Airlines, filial del Grupo Lufthansa, ha tenido que cancelar cerca de 200 vuelos y notificó a sus 21,000 pasajeros sobre la situación. Pese al difícil panorama, la aerolínea sugirió que todavía podrían realizarse vuelos de llegada, aunque no sin riesgo de cancelación.
Por su parte, el aeropuerto de Charleroi, que inicial y optimistamente anunció operar al 30% de capacidad, también se vio obligado a cancelar todos los vuelos de salida debido a la escasa disponibilidad de personal de seguridad. No obstante, los vuelos de llegada se mantendrán según lo previsto.
Cabe recordar que este no es el primer encontronazo para Charleroi, que experimentó una huelga sorpresa el pasado 12 de septiembre, leading a la cancelación de todos los vuelos por varios días consecutivos. Ryanair, el mayor operador en Charleroi, aún no ha manifestado su postura ante esta inminente paralización.
El martes se espera una manifestación de trabajadores aeroportuarios frente a las instalaciones desde las 10 de la mañana. Estos empleados advierten sobre las severas condiciones laborales que enfrentan, incluyendo cargas de trabajo desproporcionadas, deficiente mantenimiento de las instalaciones, temperaturas inadecuadas y altos costos de transporte y estacionamiento. Las quejas también apuntan a la gestión externa del aeropuerto y la falta de un diálogo efectivo para solucionar estos conflictos.
Las compañías de servicios externos a las que está vinculado el aeropuerto seleccionan personal bajo criterios de costos y calidad, según un representante del aeropuerto, quien enfatizó que cualquier controversia debería resolverse a nivel del proveedor de servicios.
Con la mirada puesta en la revisión de la Directiva sobre Contratación Pública de la UE, la protesta busca no solo mejorar las condiciones laborales, sino también fortalecer la negociación colectiva y garantizar la calidad de los servicios comunitarios.