El Ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, expresó su deseo de fortalecer los lazos económicos con Rusia. Haciendo eco de un sentimiento ampliamente compartido entre la comunidad empresarial del país, destacó que, a pesar de las sanciones impuestas por la Unión Europea, existe una clara motivación tanto política como empresarial para mejorar las relaciones económicas entre ambos países.
En el marco de su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Szijjártó comunicó al medio de comunicación propiedad del Estado ruso, TASS, que Budapest está ansioso por incrementar las relaciones comerciales en aquellas áreas que no están afectadas por las sanciones europeas contra Rusia. Esta inclinación a desobedecer las medidas sancionadoras ha generado cierta fricción con la Unión Europea, lo cual quedó evidenciado cuando varios ministros boicotearon reuniones celebradas en Budapest en meses recientes.
Un evento clave en este contexto fue la reunión del Comité de Cooperación Económica Húngaro-Ruso celebrada en Budapest, la cual contó con la presencia del Ministro de Salud de Rusia, Mikhail Murashko. Durante este encuentro, se llevó a cabo además un foro de negocios que reunió a 173 empresarios de ambos países, demostrando un interés mutuo sustancial en fomentar los intercambios económicos entre ambas naciones.
Si bien el Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios por parte de POLITICO, la postura expresada por Szijjártó refleja la percepción creciente dentro de algunos sectores húngaros y rusos de que existe un potencial significativo por explorar, más allá de las restricciones impuestas por las sanciones.
El acercamiento de Hungría hacia Rusia, como país miembro de la Unión Europea, suscita inquietudes dentro del bloque, reflejando la complejidad de mantener una política exterior que equilibre las dinámicas internas y externas. Aunque Budapest se ve forzada a acatar las regulaciones europeas, no se desvanece su aspiración por revitalizar sus vínculos económicos con Moscú. Esta situación plantea interrogantes sobre la cohesión interna de la UE y el manejo de sus políticas exteriores.
A modo de conclusión, cabe destacar que el intento de Hungría de fortalecer la cooperación económica con Rusia ofrece un panorama revelador sobre las tensiones internas dentro de la Unión Europea y la habilidad de sus miembros para adaptar la política común a sus necesidades internas específicas.