Israel está avanzando hacia el fin del conflicto armado en Gaza, con planes para establecer una nueva estructura de gobierno en el enclave, según declaraciones de Haim Regev, embajador israelí ante la UE. Tras el debilitamiento de Hamas, que pasó de ser un ejército organizado a operar como una fuerza guerrillera, las fuerzas de defensa israelíes han logrado desmantelar la mayoría de los comandos militares de la organización. La nueva estructura de gobierno dependerá de la liberación de todos los rehenes.
Los israelíes no tienen intención de mantener el control de Gaza y están explorando alternativas, incluyendo la posible participación de una tercera fuerza, ni israelí ni palestina, para la administración futura del área. Tony Blair, ex primer ministro británico, sugirió que una autoridad internacional podría desempeñar un papel. Sin embargo, aún no está claro qué poder podría gobernar Gaza y obtener el reconocimiento de la población local.
Israel enfrenta retos no solo militares, sino de legitimidad en el escenario global después de los ataques cometidos por Hamas, donde murieron más de 1,200 israelíes y 250 fueron tomados como rehenes. Las manifestaciones en Europa y alrededor del mundo reflejan divisiones, con algunas mostrando apoyo a Israel y otras condenando sus acciones militares.
El rol de la Unión Europea en posconflicto podría incluir la supervisión del Corredor Filadelfi entre Gaza y Egipto, lo cual está bajo discusión preliminar.
Simultáneamente, Israel enfrenta confrontaciones en múltiples frentes, incluida la reciente eliminación del líder Hezbollah en Líbano, Hassan Nasrallah, y combates con aliados de Irán en Yemen, Siria e Irak. Se reporta un total significativo de bajas, especialmente en el Líbano, donde, según la embajada libanesa, los muertos ya superan los 2,000.
El impacto humanitario del conflicto en Líbano es asunto de gran preocupación, con más de 10,000 heridos en lo que las autoridades locales describen como ataques agresivos en mar, aire y tierra. La situación refleja un entorno complejo donde el ejército libanés, limitado en recursos, procura estabilizar el país en medio del caos.