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domingo 22 de de 2024

Israel clausura las oficinas de Al Jazeera en Cisjordania

El pasado domingo, las oficinas de Al Jazeera en Ramallah, ubicadas dentro del territorio de Cisjordania ocupado, fueron asaltadas por soldados israelíes fuertemente armados. El canal, propiedad de Qatar, informó que los militares israelíes no solo irrumpieron en sus instalaciones, sino que también entregaron una orden de cierre de 45 días firmada por las autoridades israelíes. Esta medida se justificó acusando a la estación de “incitación al terrorismo y apoyo a actos terroristas”.

Imágenes de la operación, transmitidas por el canal, muestran cómo elementos encapuchados ingresan en la sede de Al Jazeera, un acto que ha sido criticado por muchos como un intento deliberado de silenciar a los medios de comunicación en la región. Walid al-Omari, jefe del bureau en Cisjordania, manifestó su preocupación indicando que “el ataque a los periodistas intenta siempre borrar la verdad y evitar que se escuche la realidad”.

Shlomo Karhi, Ministro de Comunicaciones de Israel, expresó su firme apoyo a la incursión mediante una publicación en redes sociales, calificando a Al Jazeera de “vocero de Hamás y Hezbolá”. Karhi reafirmó el compromiso de Israel de combatir lo que considera “canales enemigos” para garantizar la seguridad de sus soldados. Esta no es la primera vez que el gobierno israelí ha adoptado medidas enérgicas contra la cadena. En mayo, una operación similar resultó en el cierre de las oficinas de Al Jazeera en Jerusalén Este, y se prohibió la transmisión y operación de sus servicios en todo el país.

El cierre inicial fue estipulado por un período de 45 días; sin embargo, dicho plazo se extendió, conforme al relato del canal qatarí. En un contexto más amplio, la aprobación de una ley en abril permitió a Israel cerrar medios extranjeros considerados como amenazas a la seguridad, decisión que ha recibido críticas generalizadas.

Al observar estos eventos, queda claro que el conflicto mediático en la región es un reflejo de tensiones más profundas, enraizadas en disputas políticas y territoriales prolongadas. El cierre de medios como Al Jazeera evidencia un entorno hostil para la prensa libre, y plantea preguntas fundamentales sobre la libertad de información y la soberanía narrativa en áreas de conflicto.