Las recientes decisiones de un tribunal romano han complicado los planes de Italia para procesar solicitantes de asilo en Albania. Después de que un grupo de 12 migrantes fuera enviado a los recién inaugurados centros de procesamiento en Albania, el tribunal dictaminó que no podían ser retenidos allí, obligando su retorno a Italia. Este fallo, basado en preocupaciones sobre la seguridad en sus países de origen, Bangladesh y Egipto, pone en entredicho la viabilidad del programa iniciado por el gobierno italiano.
El plan, que fue presentado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni como un modelo para Europa, enfrenta ahora serios desafíos. Meloni ve esto como un obstáculo significativo, ya que considera que definir qué países son “seguros” debería ser una tarea del gobierno, no de los magistrados. En respuesta al fallo, la primera ministra ha convocado una reunión de gabinete, prestando especial atención a los cambios normativos necesarios para sortear este bloqueo.
La iniciativa original contemplaba que Albania recibiera hasta 36,000 migrantes masculinos al año, capturados en aguas internacionales, repartidos en dos centros en el norte del país. Sin embargo, la operación de estos centros se tambalea tras solo una semana activa debido al veredicto del tribunal y los rechazos de algunos migrantes debido a razones de salud y edad. El envío anticipado de 16 migrantes, transportados en un buque de guerra italiano, ahora se encuentra en un limbo legal y operativo.
Italia, no obstante, no se ha dado por vencida. Ha anunciado su intención de apelar la decisión judicial en un intento por salvaguardar su estrategia migratoria. La decisión sobre esta apelación y las siguientes acciones gubernamentales se debatirán en la reunión del gabinete convocada por Meloni.
Este episodio subraya los complejos retos que enfrenta Europa en la gestión del flujo migratorio, y destaca la importancia de la cooperación multinacional en estas cuestiones. El futuro del acuerdo entre Italia y Albania está en juego, y la resolución de este conflicto podría sentar un precedente para otros países que enfrentan dilemas similares.