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jueves 10 de de 2024

Jens Stoltenberg Reflexiona Sobre Sus Décadas al Frente de la OTAN

En su última entrevista como secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg expuso su análisis sobre las medidas que podrían haber evitado la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Stoltenberg lamentó que Occidente no proporcionara suficientes armas a Ucrania tras la anexión de Crimea en 2014. Según él, un apoyo militar más decidido podría haber frenado las aspiraciones de expansión de Moscú.

Durante sus diez años al frente de la OTAN, Stoltenberg se mantuvo en una posición cohesionadora, evitando críticas abiertas a los estados miembros, aunque no dejó de resaltar la necesidad de un apoyo reforzado a Ucrania. Su liderazgo se distinguió por construir consensos, actuando dentro del marco de decisión colectiva que caracteriza a la alianza militar.

Con respecto a Rusia, Stoltenberg recordó cómo en 2021, Vladimir Putin había exigido que no se aceptaran nuevos miembros de la OTAN y que no hubiera presencia militar en su frontera este. A pesar de estos desafíos, se llevaron a cabo reuniones diplomáticas con Rusia, aunque con escasa apertura al diálogo político efectivo.

La invasión rusa de 2022 y la guerra en Donbas, desde 2014, han sido temas centrales de su gestión. Stoltenberg recalcó que la política de la OTAN, por años, fue no suministrar apoyo letal directo a Ucrania, una decisión que hoy lamenta como restrictiva. Solo tras 2022, los aliados han administrado un soporte militar significativo a Kiev, con armamento avanzado como misiles HIMARS, tanques Leopard y aviones F16.

Uno de los desafíos más complejos, según Stoltenberg, fue alinear a los aliados en el suministro de armas. Países como Alemania y los del Báltico han sido partes activas en advertir sobre posibles amenazas rusas, alimentadas por la capacidad económica y militar del Kremlin tras transformar su economía al esfuerzo bélico.

La cuestión del soporte militar estadounidense y su continuidad resulta crítica, especialmente con miras a las próximas elecciones en EE. UU., donde las posturas variopintas de Donald Trump podrían complicar el panorama.

La transición de Stoltenberg da paso a Mark Rutte como nuevo líder de la OTAN, en un periodo donde las exigencias de defensa y compromiso entre los miembros se intensifican. Stoltenberg enfatiza que, aunque se retira, deja marcada la senda de un apoyo estructurado y prolongado a Ucrania desde Bruselas.

Este cierre del mandato de Stoltenberg invita a reflexionar sobre las capacidades de las alianzas internacionales para prevenir conflictos y asegurar una paz duradera, una premisa que subyace en los valores y desafíos permanentes de la OTAN.