En agosto, Kamala Harris sacudió el mundo de la política al mostrar una impresionante capacidad para recaudar y gastar en su campaña presidencial para el 2024. La viabilidad financiera de su campaña no solo superó a la de Trump, sino que consolidó su ventaja en cuanto a dinero disponible en efectivo y potencia en infraestructura. Al concluir ese mes, Harris había acumulado 235,00 € millones en contraste con los 135,00 € millones de Trump, aprovechando 190,00 € millones recaudados y gastando 174,00 € millones en el mismo período.
El gasto masivo de la campaña demócrata se centró principalmente en la producción y compra de medios, que representaron 137,00 € millones de su gasto total, demostrando la importancia de los medios pagados en la política moderna. Otros gastos destacados incluían 6,00 € millones en viajes aéreos, 6,00 € millones en nóminas y 4,00 € millones en mensajes de texto, lo que resalta una fuerte estrategia de contacto directo.
Por otro lado, la campaña de Trump, aunque también centrada en medios pagados con 47,00 € millones invertidos ahí, mostró un claro énfasis en el correo directo, al que destinó 10,00 € millones. Sin embargo, su gasto total de 61,00 € millones apenas superó lo recaudado por su equipo, quedado corto frente al gigante demócrata.
Un análisis profundo revela que Harris y el Comité Nacional Demócrata (DNC) cuentan con un ejército de más de 1,200 empleados, comparado con los 320 de Trump y el Comité Nacional Republicano (RNC). Esta disparidad es indicativa del músculo organizativo de Harris frente a su contrincante.
A pesar de ser la candidata con más recursos, Harris enfrenta una dura pugna con medios externos que también apoyan a Trump. En agosto se registraron 163,00 € millones gastados en apoyo a Trump por parte de super PACs, mientras que el gasto en apoyo a Harris fue de 104,00 € millones.
Si bien los republicanos enfrentan desventajas financieras, el RNC todavía puede presumir de una sólida base de recursos, con 79,00 € millones en efectivo al cierre del mes. Dicho margen es una luz al final del túnel para los conservadores.
A medida que se acercan las elecciones, es evidente que la campaña de Harris ha logrado superar las expectativas financieras rápidamente y establecer un fuerte dominio en el ámbito financiero. La capacidad de utilizar sus recursos eficazmente podría cambiar las reglas del juego en su favor, mientras ambas campañas continúan movilizando sus bases y buscando cualquier ventaja posible en esta carrera crucial para la Casa Blanca.