En el panorama político de Grecia, el partido izquierdista Syriza atraviesa una etapa crítica que podría llevar a su fractura definitiva, amenazando su estatus como principal oposición en el país. Recientemente, su Comité Central decidió que Stefanos Kasselakis, un líder destituido por no alinear sus ideales con el partido, no podrá presentarse a las próximas elecciones internas de liderazgo. La votación, cargada de tensión y con episodios de abucheos, fue realizada después de que Kasselakis enviara amenazas legales al partido tras la filtración de sus declaraciones de riqueza.

Kasselakis, un ex comerciante de Goldman Sachs, fue elegido para liderar Syriza en septiembre de 2023 en medio de una crisis existencial que el partido enfrenta desde su derrota en las elecciones generales ante el conservador Kyriakos Mitsotakis. Su llegada desató una serie de disputas internas, que culminaron con la marcha de decenas de miembros creativos de un nuevo partido: New Left.

Las tensiones llevaron a un aumento de las agresiones verbales y amenazas legales, hasta el punto de requerir asistencia policial en la sede del partido. El ambiente se enrareció aún más tras la pobre actuación de Syriza en las elecciones europeas de junio, exacerbando las divisiones existentes.

Mientras tanto, el partido socialista Pasok capitaliza sobre el desmembramiento de Syriza. Nikos Androulakis, el actual líder de Pasok, lleva una delantera de ocho puntos sobre su rival, el alcalde de Atenas, Haris Doukas, en la contienda por el liderazgo del partido. Con la perspectiva de un cambio en el paisaje político griego, Psok aspira a solidificar su posición como principal oposición en el Parlamento.

La saga en Syriza está lejos de concluir, ya que el 8 de noviembre se planifica un congreso extraordinario para abordar la situación del liderazgo. Con elecciones previstas para finales de noviembre y a inicios de diciembre, el desenlace podría redefinir las fuerzas políticas en Grecia de manera profunda. Sin embargo, lo que es cierto es que el partido necesita resolver sus diferencias internas si desea sobrevivir a largo plazo en un entorno político cada vez más competitivo.