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jueves 3 de de 2024

La Estrategia Saudí Amenaza las Finanzas de Moscú

Riad ha comenzado a considerar seriamente la posibilidad de aumentar la producción de crudo para asegurarse su posición como líder mundial en el mercado petrolero. Esta decisión surge como respuesta a la frustración de Arabia Saudita con otros países productores de petróleo que no han accedido a reducir la oferta para incrementar el precio a un objetivo de 100,00 € por barril. Actualmente, el precio ronda los 70,00 €, muy por debajo de lo que las tendencias de mercado dictaban anteriormente.

Expertos del mercado petrolero, como Mijaíl Krutikhin, han señalado que esta estrategia podría representar un riesgo significativo para el presupuesto estatal de Moscú, ya que los ingresos por petróleo y gas han constituido la fuente de ingreso más grande para Rusia en la última década. La dependencia de estos ingresos es tal que algunos analistas calculan que una caída de 20,00 € en el precio del crudo podría reducir los ingresos de Rusia en alrededor de 1.8 billones de rublos, equivalentes a cerca del 1% del PIB del país.

A pesar de las sanciones occidentales impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania, las ganancias provenientes de combustibles fósiles aumentaron en un 41% solo en la primera mitad de este año, según informes del Ministerio de Finanzas de Moscú. Sin embargo, la amenaza de la estrategia saudí podría añadir presión económica sobre el Kremlin para optar entre reducir el gasto en medio de la guerra o enfrentar una alta inflación y elevadas tasas de interés.

La habilidad de Arabia Saudita para alterar el mercado global aumentará la presión sobre Moscú, que ha estado excediendo consistentemente sus cuotas de exportación acordadas con el cartel OPEC+. Mientras tanto, Rusia ha estado entrando en polémicas mediante el uso de una “flota en la sombra” de embarcaciones antiguas que transportan su crudo burlando las restricciones impuestas por los países del G7. A través de intermediarios en Turquía, China e India, este petróleo ruso es refinado y vendido globalmente, generando así ingresos significativos para Rusia.

Aunque Arabia Saudita se prepara para actuar, la persistencia del Kremlin sugiere que no retrocederá fácilmente en su conflicto con Ucrania, incluso cuando su presupuesto nacional se base en un precio optimista de 70,00 € por barril. Los analistas prevén que, a pesar de los signos crecientes de desequilibrio en la economía rusa, el país seguirá financiando su esfuerzo bélico en el corto plazo. Sin embargo, la pregunta real es cuánto tiempo podrá resistir antes de reconocer las realidades del mercado global y la presión interna de una economía cada vez más debilitada.