Solo noticias

y ya

domingo 20 de de 2024

La Influencia Política Menguante de Biden en Oriente Medio

Durante las últimas semanas, las tensiones en Oriente Medio han escalado de manera preocupante. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pese a su promesa de asegurar la paz y la seguridad en la región, ha visto su capacidad de maniobra significativamente minada tras su decisión de no buscar la reelección. Este vacío de autoridad coincide con un momento en el que Israel ha intensificado su campaña militar contra Hezbollah en Líbano, haciendo más probable un conflicto a gran escala desde los ataques terroristas de Hamas en 2023.

Históricamente, la decisión de no optar a un nuevo mandato ha erosionado la capacidad de un presidente para gestionar crisis internacionales, como apunta la ciencia política. En el caso de Biden, esta retirada ha sido vista como un acto final de servicio público, pero ha debilitado su influencia en la escena global. Sin la presión de la reelección, otros presidentes han utilizado su tiempo para perseguir ambiciosos objetivos de política exterior. Sin embargo, estos esfuerzos, aunque bien intencionados, a menudo se ven obstaculizados por la falta de credibilidad al no poder realizar compromisos duraderos.

En el caso de Biden, el intento de influir en las políticas del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha sido, comprensiblemente, limitado. Por ejemplo, el “límite rojo” que estableció sobre un ataque en Rafah se convirtió en una línea tenue cuando EE.UU. continuó suministrando armas a Israel. Estas dinámicas han cobrado fuerza en un contexto en el que el apoyo incondicional a Israel varía significativamente entre las líneas partidistas de Estados Unidos.

A pesar de la presión interna y de las protestas pro-palestinas, Biden ha mantenido una postura que intenta equilibrarse entre las demandas de su partido. El retiro del presidente no solo ha influido en sus intentos de política exterior, sino que también ha modificado la dinámica interna de su partido. Con las esperanzas de una normalización israelí-saudita desvaneciéndose, las amenazas políticas de los republicanos en relación a Oriente Medio se ciernen con más peso que las internas de los demócratas.

Ante el escenario político fluctuante en casa y la posibilidad de un triunfo de Trump, Israel podría estar menos incentivado a hacer concesiones significativas al actual gobierno estadounidense de Biden. A medida que se desarrollan los conflictos, queda claro que la carta de despedida de Biden ya había sellado las esperanzas de lograr la paz en su mandato.

El desafío que enfrenta Biden no carece de precedentes; tanto Harry Truman en Corea como Lyndon Johnson en Vietnam enfrentaron situaciones similares al final de sus mandatos. La historia nos muestra que la falta de un plan de reelección permite cierta libertad, pero también mina la influencia diplomática. En conclusión, mientras las tensiones continúan ardiendo en Oriente Medio, el legado de Biden en la región permanece en espera; un legado que quizás podría haber sido diferente si las circunstancias fueran otras.