En el panorama político internacional, una reciente encuesta de YouGov ha reflejado una clara inclinación de los ciudadanos británicos hacia la candidata demócrata Kamala Harris frente al republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Según los datos revelados por la prestigiosa firma demoscópica, un abrumador 64% de los británicos expresó su deseo de que Harris se imponga en la contienda electoral, contrastando drásticamente con el escaso respaldo del 18% que apoya a Trump.

El ex vicepresidente y ahora candidato, Donald Trump, cuenta con una opinión pública desfavorable entre los británicos, con solo 18% a su favor frente al impresionante 77% que le resulta adverso. En cambio, Harris goza de una imagen positiva entre el 60% de aquellos encuestados, aunque un 23% aún la percibe negativamente. Estos números no son un fenómeno aislado; se remontan a un historial de incidentes diplomáticos que incluyen protestas masivas durante las visitas oficiales de Trump al Reino Unido en 2018 y 2019.

Además, la cuestión de simpatías políticas británicas se diversifica aún más cuando se observa el respaldo partidario: el Partido Laborista y los Liberal Demócratas británicos muestran un apoyo significativo hacia Harris, con el 83% y 86% de sus votantes respectivamente indicándole el pulgar arriba. En cuanto a los votantes conservadores, un 57% también demuestra su preferencia por la candidata demócrata.

El estudio revela, sin embargo, un claro soporte a favor de Trumpentre los votantes del partido populista Reform UK, alineado con las posturas de Nigel Farage, conocido aliado del republicano americano. Farage, un veterano del escenario político pro-Brexit, sigue manifestándose pro-Trump, lo que mantiene al magnate estadounidense como una figura divisiva dentro del Reino Unido.

En el ámbito oficial, el Primer Ministro británico, Keir Starmer, ha manifestado públicamente su inclinación por un desenlace electoral distinto al que favorece a Trump, reflejando, además, una actitud pragmática sobre la necesaria colaboración con una futura administración estadounidense, sin importar el partido que la lidere.