El Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha calificado el reciente debate en el Parlamento Europeo como un “intento de crucifixión” por parte de la Unión Europea. Durante una entrevista con la radio estatal húngara, Orbán acusó al Parlamento de buscar un enfrentamiento político en lugar de un debate significativo. Criticó particularmente a su principal opositora en el debate, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Orbán afirmó que von der Leyen lo atacó por estrechar lazos con Vladimir Putin y permitir la interferencia extranjera de Rusia y China en Hungría, al tiempo que acusaba a su gobierno de fallar a los ciudadanos húngaros. Según Orbán, von der Leyen y el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, declararon abiertamente su intención de derrocar al gobierno húngaro actual.

En sus declaraciones, Orbán aseguró que las principales familias políticas de la UE ya tienen candidatos en mente para reemplazarlo. Según él, los Socialistas Europeos prefieren a Klára Dobrev, mientras que la EPP opta por Péter Magyar del partido Tisza. Orbán describió esta coalición como un “matrimonio” celebrado en presencia de von der Leyen y Manfred Weber.

Por su parte, Magyar, exintegrante de Fidesz y ahora principal opositor de Orbán, respondió rápidamente al discurso del primer ministro, señalando en una publicación de Facebook que las afirmaciones de Orbán eran falsas. Magyar subrayó que el partido Tisza siempre ha rechazado influencias externas y afirmó su compromiso con millones de húngaros para reemplazar al gobierno de Orbán.

Este enfrentamiento refleja la creciente tensión entre Orbán y las instituciones europeas, subrayando la polarización política en Hungría y el papel de la UE en esta dinámica. A medida que se desarrollan los eventos, el futuro político de Hungría dentro del marco europeo se convierte en una cuestión más apremiante y compleja.