El gobierno de Polonia ha anunciado su intención de modificar las regulaciones sobre promoción y ventas de bebidas alcohólicas tras una polémica generada por la introducción de vodka en envases que imitaban a las populares mousses de frutas para niños. La empresa OLV había lanzado al mercado los denominados “alco-tubes”, generando un fuerte rechazo entre la población y políticos, quienes tildaron el producto de “mal en su forma más pura”. Como consecuencia, OLV decidió retirar el producto y cesar su producción.
Szymon Hołownia, un destacado político polaco, puso el grito en el cielo, calificando el producto de sumamente inapropiado y destacó la necesidad urgente de revisar las regulaciones sobre ventas y packaging de alcohol. La controversia resultó en el despido de Piotr Jabłoński, quien era director del Centro Nacional para la Prevención de Adicciones, por minimizar la gravedad del asunto, según el Ministerio de Salud.
El viceministro de salud, Wojciech Konieczny, informó que se están acelerando los trabajos legislativos para implementar cambios que restrinjan la promoción del alcohol e incrementen las sanciones por ventas indebidas. Este paquete legislativo también abordará el tema del empaque, que se considera un factor crítico en el caso del escándalo de los “alco-tubes”.
Aún está por decidirse si estos cambios se introducirán mediante un decreto elaborado en colaboración por los ministerios de Agricultura, Salud y Finanzas, o si se procederá a modificar las leyes pertinentes mediante el parlamento, un proceso que conllevaría más tiempo.
La situación refleja un firme compromiso del gobierno polaco por reforzar sus políticas de salud pública y prevención de adicciones, medidas que sin duda tendrán un impacto significativo en la industria del alcohol. Aunque queda por ver cómo se implementarán exactamente los cambios, la expectativa es que se establezcan normas más estrictas para evitar situaciones similares en el futuro.