En medio de un clima internacional cada vez más tenso, han surgido informes que sugieren que miles de soldados norcoreanos podrían unirse a las fuerzas rusas en Ucrania. Esta posibilidad ha reavivado el debate acerca del despliegue de tropas de la Unión Europea en Ucrania, un concepto previamente planteado por el presidente francés Emmanuel Macron y rápidamente desestimado por el canciller alemán Olaf Scholz.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, ha instado a los países europeos a reconsiderar la propuesta de Macron. Según él, si se confirma que Rusia está recurriendo a armas y soldados norcoreanos, sería el momento oportuno para implementar la idea de “botas en el suelo” para apoyar a las fuerzas ucranianas en el terreno. Landsbergis, una de las voces más firmes de Europa a favor de Ucrania, lamentó que las naciones occidentales estuvieran, una vez más, actuando de manera reactiva en lugar de proactiva.

Por el momento, no hay consenso entre las naciones occidentales. Ni el jefe de la OTAN, Mark Rutte, ni el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, han confirmado estos informes, que fueron inicialmente divulgados por líderes de Corea del Sur y Ucrania. Austin, sin embargo, admitió que una movilización de tropas norcoreanas, de ser verificada, generaría serias preocupaciones en Washington.

La perspectiva de tropas norcoreanas en Ucrania ha sido minimizada por algunos funcionarios europeos que insinúan que podría ser un síntoma de la desesperación de Rusia. Riho Terhas, miembro del Parlamento Europeo y exgeneral estonio, considera que la integración de tropas norcoreanas en unidades rusohablantes sería un desafío logístico considerable con un impacto limitado en el campo de batalla.

A pesar de estas opiniones, Terhas también aboga por mantener la opción de desplegar tropas europeas sobre la mesa. Cada discusión sobre este tipo de despliegue, según él, aumenta la incertidumbre de Putin sobre la dirección del conflicto, lo que podría tener un efecto estratégico positivo.

En conclusión, mientras el mundo observa con cautela los movimientos en el tablero de ajedrez geopolítico, la discusión sobre la eventual participación de tropas europeas en Ucrania permanece abierta. Con las informaciones sobre los soldados norcoreanos aún por verificar, la situación sigue siendo fluida y el desenlace incierto.