La Unión Europea está en el ojo del huracán tras revelarse un preocupante aumento en los errores relacionados con el gasto de sus fondos. Según el último informe anual de la Corte de Auditores de la UE, se estima que aproximadamente 9.030 millones de euros del presupuesto del bloque para 2023 se destinaron de manera incorrecta, lo que representa una tasa de error del 5,6 %. Esta cifra supera al 4,2 % del año anterior y al 3 % de hace dos años, evidenciando una tendencia ascendente inquietante.
La principal causa de estos fallos radica en la gestión de los fondos de cohesión, un instrumento financiero crucial para el desarrollo de las regiones más pobres de Europa. Aunque estos recursos están destinados a reducir las disparidades económicas, una parte significativa no se gasta conforme a las normativas establecidas.
El presidente de la Corte de Auditores, Tony Murphy, ha manifestado su preocupación también por la creciente deuda de la UE. Ha criticado además una propuesta de la Comisión Europea que busca modelar el próximo presupuesto de siete años del bloque siguiendo el ejemplo del fondo de recuperación post-pandemia. En este esquema, Bruselas solo liberará fondos cuando los países cumplan con objetivos predeterminados, lo cual, según Murphy, dificulta el seguimiento adecuado del empleo de los recursos, dado que los desembolsos no están vinculados a proyectos específicos.
En resumen, los últimos hallazgos de la Corte de Auditores subrayan la necesidad de revisar y reforzar los mecanismos de control sobre el uso de los fondos europeos. La creciente tasa de error es una señal de alarma que las autoridades deben abordar con urgencia para garantizar que el dinero llegue efectivamente a los lugares que más lo necesitan. Las decisiones de gasto basadas en políticas post-pandemia podrían beneficiar algunas áreas, pero el desafío sigue siendo asegurarse de que cada euro sea invertido eficientemente y con transparencia.